América Latina se encuentra inmersa en un proceso de cambios ideológicos que datan desde el inicio del siglo.No es la región más pobre, pero si la más desigual, según la Cepal, razón por la cual han surgido movimientos y manifestaciones contra los gobiernos en turno. Izquierda o derecha, la población no ha hecho distinción para rechazar toma de decisiones y falta de resultados de un desarrollo económico vigoroso, que brinde bienestar.
Protestas populares en Chile, Colombia, Ecuador y la crisis política de Bolivia son algunas de las expresiones de ciudadanos que piden un cambio profundo.
Algunos de éstos, externados en los resultados electorales, como el triunfo de la izquierda en México, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, o de la derecha en Brasil, con Jair Bolsonaro.
Hay casos como el de Argentina, que —tras probar un nuevo régimen— sus habitantes decidieron regresar al poder al kirscherismo.
Combate a pobreza
Uno de los mayores logros de los gobiernos latinos fue que la pobreza se redujo en todos los países este siglo, excepto en Venezuela, de acuerdo con la Cepal.
México presentó la baja más modesta de la región, puesto que los pobres representaban 48.8% de la población en 2000 y la proporción se redujo a 41.9% el año pasado. Se trata de una disminución de casi siete puntos porcentuales en los dos gobiernos del PAN, catalogado como un partido de derecha, y durante un sexenio del PRI, considerado de centroderecha.
Bolivia fue la nación latina en la que más se abatió a la pobreza desde que inició el siglo, de 66.8% a 35.1%, donde los últimos casi 14 años gobernó Evo Morales, uno de los líderes más reconocidos de la izquierda latinoamericana.
Desempleo, problema común
Con excepción de México y Bolivia, el desempleo es el gran problema de la región. Sin importar el tipo de régimen, la mayoría de países reportan tasas elevadas, principalmente en Venezuela.
Inflación estable
Se dice que la inflación es el impuesto de los pobres, porque es un fenómeno que hace que se incrementen los precios de los bienes y servicios y que el valor del dinero disminuya, lo que afecta el poder adquisitivo de la población.
Sin contar a Venezuela y Argentina, los gobiernos latinos han mostrado disciplina en la política monetaria para evitar que la inflación afecte significativamente el bolsillo de las personas. En Brasil, Chile, Colombia, Perú y México, la inflación ha promediado menos de 4% este siglo.
Radicalismos
“La cuestión ni siquiera es de derecha o de izquierda, es de posiciones neutras y más radicales. El péndulo se comienza a mover hacia las más radicales: en Europa hay un resurgimiento de los partidos de ultraderecha, con posiciones muy extremas.
“El mismo presidente [Donald] Trump ganó con una propuesta muy radical”, dijo Esteban Polidura, director de inversión para América Latina de Julius Baer.
“En América Latina pasa lo mismo, aunque con propuestas más radicales por parte de la izquierda. Lo que está ganando terreno en el mundo son las propuestas más radicales y esto es un síntoma de que la gente no está contenta con lo que está viviendo, quieren un cambio y uno fuerte”, agregó.
“Los resultados demuestran que a ninguna corriente política se le puede atribuir un desarrollo económico que esté acompañado de paz social y de la construcción de instituciones que permitan un avance sin disturbios”, opinó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
Los países latinos aún buscan construir un entorno institucional que permita crear un modelo económico que pueda considerarse exitoso y trascienda por décadas, sin que haya movimientos sociales, políticos y hasta militares que pongan en jaque a la estabilidad.
A la administración pública le falta profesionalismo, no hay una visión de país a mediano y largo plazos, el sistema educativo está rezagado, falta inversión productiva y las empresas exitosas son pocas, poseen un alto poder de mercado y poca innovación tecnológica, explicó De la Cruz.