Constantes convenios modificatorios con empresas contratistas atoraron el proyecto del Tren Interurbano México-Toluca en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El 24 de julio de 2014 fue el primer ajuste al contrato de obra del tramo 1, para cambiar el apartado de declaraciones del contratista y la primera cláusula, así como adicionar contenido a la cláusula sexta.
En agosto de ese año hubo otra modificacion del contrato del tramo 2, para “diferir el inicio de los trabajos por la entrega tardía del anticipo”.
El 13 de octubre de 2014, la DGDFM y Gap Land, S.A. de C.V. establecieron una modificación más del contrato de liberación de derechos de vía, primera parte de la etapa 2, para ampliar el monto y plazo.
El 9 de diciembre de ese año hubo otro ajuste al contrato del tramo 4 en la primera y quinta cláusulas.
El 7 de septiembre de 2015 se dio con la CFE una modificación del convenio específico de colaboración para la elaboración de ingeniería básica y de detalle en el tramo 1 y otros aspectos.
Hubo otro cambio al contrato de obra del tramo 2 para reconocer la suspensión de los trabajos por 389 días naturales, debido a que se constató la problemática generada por los pobladores.
El 30 de octubre de 2015 se dio un convenio modificatorio más en el contrato de obra del tramo 1 para ajustar el programa de ejecución y ampliar el plazo.
El 28 de diciembre de 2015 se realizó otro ajuste del contrato de la gerencia de proyecto, tras adjudicar directamente un contrato con Senermex Ingeniería y Sistemas S.A. de C.V.
El último convenio modificatorio se presentó el 8 de agosto de 2018 en el tramo 4, con el objetivo de modificar las especificaciones particulares y el programa de ejecución de los trabajos del contrato.
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