La situación en China a causa de los rebrotes de contagios de Covid-19 podría obstaculizar la mejoría que ha presentado el restablecimiento de las cadenas de suministro, lo que afectaría nuevamente a la inflación, advirtieron analistas.
Consultados por EL UNIVERSAL previo al dato de la inflación de noviembre que el Inegi da a conocer hoy, los especialistas coincidieron en que es posible que se complique el camino descendente que inició.
Sin embargo, al mismo tiempo representará una oportunidad para la relocalización de las empresas y poder atender la demanda, aunque eso tomará tiempo para surtir los efectos deseados, estimaron.
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La subdirectora de análisis económico en Monex Grupo Financiero, Janneth Quiroz, aseguró que gran parte de la manufactura mundial está concentrada en China.
En su opinión, se sabrá si las cadenas se restablecerán cuando China termine con su política de cero Covid-19 o cuando a través del nearshoring (relocalización) las empresas puedan abastecer lo que actualmente no puede el país asiático.
Destacó que, si bien cada vez se restablecen más las cadenas de suministro, todavía no se alcanza la capacidad máxima en los niveles de producción previos a la pandemia.
Quiroz mencionó el caso del sector automotriz. “Sabíamos que había lista de espera [para comprar autos]. Ahora, a medida que ha venido aumentando la producción de bienes intermedios, lo que ha sucedido es que han podido abastecer parte de esa demanda contenida”, aseguró.
De ahí que en los últimos meses haya aumentado la producción y las exportaciones se recuperan de manera sorprendente, ponderó.
Lo anterior, porque las armadoras ya tienen los insumos de los que carecían para hacer el auto completo, aunque persisten problemas de suministro por esa política que mantiene China.
“Cada vez que hay brotes, cierres y eso al final termina en frenar la producción y, ante una economía que tiene una demanda contenida, vuelve a generar cierta escasez”, advirtió.
En opinión del subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, el fenómeno inflacionario que se vive es global, por lo que coincidió en que los nuevos confinamientos en China no ayudarán a que se modere la carestía.
“[Lo que está pasando en China] contribuye a toda esta complejidad en los procesos a escala mundial”, declaró en una entrevista luego de recibir el Premio Fortuna, de una revista especializada.
Destacó que ese país asiático por mucho tiempo ha sido un proveedor de varios insumos en el plano internacional, aunque señaló que poco a poco empieza a tener un papel menos preponderante.
Dijo que en la medida en que China no suministre esos insumos, contribuye a la disrupción de las cadenas de suministro.
De acuerdo con el subgobernador, el problema de la inflación es internacional, lo que es diferente a decir que es importada, ya que México es parte de la economía global.
Expectativas
El economista senior de la Casa de Bolsa Finamex, Jorge Sánchez, admitió que la situación en China representa un riesgo potencial, aunque las presiones se han moderado.
“Si bien es un riesgo potencial, creemos que en realidad no podrían afectar tan abruptamente en el corto plazo”, estimó el analista.
Destacó que las presiones inflacionarias del exterior han tenido cierto alivio ante una mejoría en los costos de logística y por una reducción de los precios en materias primas y alimentos que se comercializan en el ámbito internacional.
Su expectativa es que en la segunda quincena de noviembre la inflación general anual disminuiría, influenciada por el efecto favorable de El Buen Fin, tanto para la inflación general, subyacente y no subyacente.
Por su parte, en todo noviembre la inflación pasaría de 8.41% a 7.9%, pero con una tasa subyacente que subiría de 8.4% a 8.6%, dijo.
“Nuestra estimación de disminución mensual anual en la inflación general está completamente impulsada por esta parte no subyacente, toda vez que anticipamos que la inflación subyacente continúe aumentando, señaló.
Asimismo, consideró que se podría ver una disminución en los precios de las gasolinas, además de una ligera reducción en el caso de las frutas y verduras.
De confirmarse sus expectativas, Finamex no revisará su pronóstico para todo 2022, de 8.65% para la inflación general, y estaría cerrando el año en 8.66% para la subyacente.