Los contadores y asesores financieros han sido claves para poder llegar a las cabezas de los grupos criminales de factureros como sucedió con el caso de una universidad en el estado de Hidalgo, señaló el titular de la Procuraduría Fiscal de la Federación ( PFF ), Carlos Romero Aranda.
“El líder de un grupo criminal del estado de Hidalgo que tenía precisamente coptada a una universidad, y ellos fueron precisamente. Llegamos con el asesor financiero, con el contador y con eso nos puso a la cabeza del grupo criminal que era el que manejaba las cuentas, el que tenía las firmas electrónicas y que era el que hacía todas las operaciones”, relató.
Al inaugurar el segundo seminario virtual sobre el combate a la defraudación fiscal organizado por Thomson Reuters, dijo que lo anterior se pudo lograr gracias a la reforma penal fiscal que equipara este delito con delincuencia organizada.
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Por medio de esta reforma, apuntó, la PFF puede tener infiltrados y escuchas , como los mismos delincuentes que ya habían penetrado a las esferas de las autoridades.
“Los factureros nos infiltraron, llegaron a tener gente que operaba con ellos ante las autoridades fiscales; nos permite tener escuchas, hacer cateos, porque el dinero lo manejan en bóvedas”, refirió.
Otro caso emblemático que comentó fue el de outsourcing en la secretaría del Bienestar , antes Sedesol .
“Había una persona que hacía el aseo en la secretaría de Desarrollo Social , que era de escasos recursos, empleada por outsourcing, pero por su cuenta (bancaria) habían pasado cerca de 100 millones de pesos, y por eso estaba a vinculada a proceso”.
Romero Aranda afirmó que la mejor estrategia para reactivar la actividad económica, no fueron los incentivos fiscales, sino las vacunas.
Los biológicos, añadió, se pudieron comprar gracias a la recaudación que se generó en momentos complicados.
“No había actividad económica, teníamos que enfrentar a un enemigo invisible que no sabíamos cómo atacaba, pero esta discusión la llegamos a tener en la Cámara de Diputados con el paquete económico”, comentó.
Recordó que en San Lázaro se pedía dar la deducibilidad de los servicios en restaurantes como un estímulo a la actividad económica, pero se hizo ver que era innecesario dar la deducibilidad para este consumo, porque no acudían por miedo a la pandemia.
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