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Durante los primeros tres meses de 2020, antes de que se declarara la emergencia sanitaria en México por la pandemia de Covid-19, el consumo privado, uno de los principales motores de la economía, reportó su peor caída en 11 años, de acuerdo con los resultados de la Oferta y Demanda Global de Bienes y Servicios del Inegi.
Como parte de los componentes de la demanda global, el consumo privado reportó una contracción de 1.4% en el primer trimestre del año respecto al periodo inmediato anterior, con base en cifras ajustadas por estacionalidad, la baja más fuerte desde 2019.
Otro componente importante de la utilización de bienes y servicios es la inversión fija bruta, relacionada con la adquisición de maquinaria y equipo, así como el gasto en construcción, que reportó una caída de 2.2% durante los primeros tres meses del año, con lo que acumula cuatro trimestres consecutivos a la baja.
En tanto, la inversión del sector público cayó 1.5%.
Entre los componentes de la demanda global que lograron mantenerse en terreno positivo destaca el consumo del gobierno, que reportó un incremento de 3.2%, el alza trimestral más fuerte de la que se tenga registro, pero que fue insuficiente para compensar la caída del consumo privado.
Por su parte, la exportación alcanzó un crecimiento de 3.1% en los primeros tres meses del año respecto al periodo inmediato anterior, luego de que en los dos trimestres anteriores reportó retrocesos.
Resultado de ello, la demanda global (igual a la oferta global) de bienes y servicios disminuyó 1.1% en términos reales en el trimestre enero-marzo de 2020 respecto al trimestre inmediato anterior, con series desestacionalizadas, con lo que se acumulan cinco periodos consecutivos a la baja.
Al interior de la oferta global, el PIB descendió 1.2% en el primer trimestre del presente año frente al trimestre previo, y las importaciones de bienes y servicios cayeron 1.9% en el mismo lapso.
Para el segundo trimestre de 2020, Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte, espera contracciones generalizadas y fuertes en prácticamente todos los rubros de la demanda agregada ante las medidas de contingencia y la recesión global.
Estima que el sector externo podría verse afectado con fuerza, con distorsiones en exportaciones e importaciones debido al cierre de actividades no esenciales en México y otros países del mundo.
Sin embargo, señales provenientes de EU sugieren que la demanda externa podría recuperarse relativamente rápido. Esto se suma a varios llamados el mes pasado de empresas estadounidenses para la reactivación de algunas actividades en el país.
