En México, según cifras del Censo 2020 realizado por el Inegi, 52.1% de los hogares tienen internet, lo que significa que pueden acceder a servicios digitales, como streaming de video, música, redes sociales y a aplicaciones de transporte, comida y reparto, como Uber y DiDi.
El uso de los servicios digitales implica permitir que se acceda a determinados datos personales, aunque los usuarios pueden controlar el tipo de información que proporcionan y saber qué tratamiento se dará la información.
¿Comparaciones odiosas?
Antes de suscribirse o usar aplicaciones, se recomienda compararlos para valorar cómo protegen la privacidad y la información personal, de acuerdo con el Segundo Informe de Privacidad de la Información de los Usuarios en el uso de Servicios Digitales del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
En caso de que ya estés suscrito, utilices dispositivos o servicios digitales que habilitan la prestación de servicios de entretenimiento como Netflix, transporte y comercio en línea como Mercado Libre, utiliza las funcionalidades y configuraciones de privacidad, destaca el instituto.
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En cuanto tengas acceso a las plataformas digitales procura visitar las secciones de configuración y de privacidad y lee las políticas que pide que aceptes antes de utilizar sus servicios. También es importante consultar los términos y condiciones.
Considera la información que estás dispuesto a compartir, así como la que no es necesario que le brindes a las empresas digitales. Infórmate sobre el responsable del uso de la información.
“Antes de subir fotografías y videos o dar like a otros contenidos, registrar tarjetas de crédito, entre otras, cerciórate del tratamiento que se le dará a dicha información por parte de las empresas”, destaca el análisis.
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Configuración personalizada
En servicios como Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp es posible configurar tu privacidad, de manera que algunos datos pueden ocultarse mientras que otros son visibles.
Otro consejo es que los usuarios eviten proporcionar información adicional a la requerida. “Asegúrate de que la descarga de aplicaciones y software se realice desde tiendas de distribución de aplicaciones oficiales”, agrega.
Si accedes a sitios no oficiales o desconocidos y te piden información personal, es mejor evitar compartirla. Por otra parte, debes considerar que las empresas suelen recopilar datos que no se encuentran establecidos dentro de su política de privacidad.
“En las políticas de privacidad se señala en general la información que recopilan, pero no detallan la misma”.
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Número, llave y otros datos
Cuando accedes a aplicaciones, principalmente las de mensajería, considera si utilizarás el número de teléfono como credencial de acceso (ID).
“Si una app exige el número de teléfono del usuario para que éste se registre, de entrada, cualquier persona que desee comunicarse a través de esta app debe conocer su número de celular. Aunque puede que esto no represente un problema (...) sí puede ser un punto débil para los que buscan mayor privacidad”, dice Dmitry Bestuzhev, director del Equipo de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky.
El experto detalla que, con el número de teléfono, los cibercriminales pueden buscar información que esté relacionada con dicha combinación y pueden usarla para ataques.
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Prevención, la clave
La doble autenticación de los usuarios es una herramienta importante que varios servicios digitales ofrecen. “Una aplicación que prioriza la seguridad debe ofrecer una combinación de la autenticación a través de una identificación única [sin depender del número de teléfono]”, indica Bestuzhev.
Menciona que los usuarios deben tener cautela con las ofertas de servicios gratis en internet.
“Algunas aplicaciones de mensajería ofrecen modelos de negocio ‘gratuitos’, pero en realidad el pago o las ganancias que generan son los datos de sus usuarios”, agrega.