Ante los supuestos optimistas y el sello de austeridad, el Congreso de la Unión tendrá que ajustar el paquete económico 2021 a un escenario y perspectivas más realistas, dijo el socio director de Pondera, José Carlos Rodríguez.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el directivo de la consultora señaló que ahora el proyecto de presupuesto, la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y los Criterios Generales de Política Económica para el siguiente año están en la cancha legislativa.
“Siempre tienen que corregir, porque es su rol, de acuerdo con su percepción, porque son los que tienen el contacto directo con la población. Tendrían que afinar los detalles, pero en este caso debería ser más que eso: cuestionar y ser más críticos”, consideró.
Se tiene que ver cuáles serán las implicaciones del presupuesto austero y lo que se propone para fuentes de financiamiento, en especial si se va a combatir la evasión, indicó.
Sin embargo, reconoció que sería poco factible aprobar grandes cambios a la propuesta original en la parte de ingresos, debido a que en ambas cámaras el mayor peso lo tiene el partido en el poder.
En su opinión, la verdadera discusión en San Lázaro se dará respecto a cómo asignar el gasto, pues los diputados deberían centrarse en el destino de los recursos.
“Hay que ver y entender bien a dónde se están canalizando esos recursos, sobre todo pensando en la factibilidad de ejecución del gasto”, acotó Rodríguez.
Lo anterior, agregó, porque ya se ha registrado un par de años con subejercicios. “Eso es lo que se tiene que considerar”, apuntó.
Para Rodríguez, desmenuzar los programas prioritarios y su impacto será esencial, porque este presupuesto no está apoyando a las empresas afectadas por la crisis que generó la pandemia, mientras que en los proyectos insignia se debería señalar si realmente son efectivos y están cumpliendo los objetivos planteados.
“Se deben centrar en ser más juiciosos, ver cuáles son los grandes ganadores y si realmente existe una capacidad de gasto correcta con la ejecución adecuada”, sugirió.
El especialista afirmó que el documento parte de una situación económica optimista, considerando que se está previendo una caída de 8% este año, que está subestimada.
Pondera tiene un pronóstico de una contracción de 11% para este año, basada en modelos estadísticos muy elaborados, mientras que el consenso anticipa que el desplome será a tasa de doble dígito.
Rodríguez advirtió que el pronóstico de un crecimiento económico de 4.6% en 2021 se antoja inviable, pues de acuerdo con los modelos analizados en Pondera, crecer al 3% sería más acertado, pero siempre y cuando hubiera un impulso a través del gasto, aspecto que está ausente en el proyecto.
Una caída de 8% para este año podría ser, estimó, pero un rebote de 4.6% para el siguiente se ve realmente difícil, porque en la última recesión importante, en 2009, la caída fue de 6.9% y un año después el avance fue de 5.5%.
Matizó que la economía mexicana ha cambiado mucho en los últimos 10 años.
Ahora hay una recesión de orden mundial por la pandemia en momentos en que la economía nacional arrastraba debilidad importante, sin una defensa.