maria.saldana@eluniversal.com.mx
La euforia que generó en algunos sectores productivos la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no fue extensiva para todos, porque el país perdió beneficios en la renegociación, además de que hubo segmentos que tendrán afectaciones en cuanto entre en vigor el acuerdo.
En el T-MEC, el gobierno mexicano aceptó que Estados Unidos retire los permisos a empresas de autotransporte de carga para hacer recorridos por ese territorio, mientras que la industria de medicamentos genéricos tendrá que esperar 10 años para tener acceso a los datos de las patentes.
Además, no se robustecieron los mecanismos de resolución de conflictos comerciales con respecto a lo que se tuvo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre otros temas en los que hubo pérdidas.
El exjuez del Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y director de RRH Consultores, Ricardo Ramírez, dijo que si se evalúan los nuevos mecanismos para resolver disputas comerciales del T-MEC, con respecto a lo que se tuvo en el TLCAN, “hubo retroceso”.
En el TLCAN fue evidente que se necesitaba fortalecer la conformación de secretariados y páneles para resolver conflictos y nada de eso se mejoró, pero si se juzga la renegociación en función de las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que no quería órganos de solución de diferencias, entonces la negociación “fue un gran logro”.
En cuanto a los medicamentos, al extenderse de ocho a 10 años el tiempo de protección de datos de las patentes se perjudicará la producción de genéricos, dijo el vicepresidente de la Asociación Mexicana de Genéricos (Amegi) y director general de laboratorios Randall, Rodrigo Iturralde.
“En cuestión de acceso se van a encarecer los productos, probablemente tendremos menos genéricos. Vamos a ver qué sucede en los próximos meses y años, porque va a haber más restricciones”.
Lo que se observa en México es que hay una fuerte demanda de medicamentos genéricos: en el mercado el consumo es de 80%, pero una vez que entre en vigor el T-MEC los laboratorios de este tipo de fármacos tardarán más tiempo en desarrollarlos, porque el acceso a los datos tardará 10 años a partir de que se comience la comercialización del producto.
Para la socia líder de impuestos indirectos y comercio exterior en PWC México, Yamel Cado, otros de los sectores afectados fueron el textil y el automotriz, al cambiárseles las reglas de origen, las cuales deberán hacer modificaciones en su contenido regional.
Además, existen más mecanismos de control para revisar si el producto tiene cierto porcentaje de contenido regional.
“Ahora las compañías van a tener que ser más estrictas en sus controles… y estar preparadas ante una eventual revisión de las autoridades”, aseguró.
El socio de Management consulting de PWC México, Carlos Zegarra, dijo que por ello existe preocupación de las empresas sobre cómo hacer frente a la mayor carga administrativa que incluye el T-MEC, para que las empresas demuestren el origen de sus insumos.
Visión comercial, la deficiencia. El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, dijo que los sectores que se regularon más hacia los intereses de Estados Unidos fueron el autotransporte; mientras que en el farmacéutico se enfrentarán problemas serios porque no se le vio como estratégico para generar mayor acceso de medicamentos para la población.
La mayor deficiencia del T-MEC es que “se tiene una visión comercial, pero no aborda el hecho de cómo elevar la productividad, competitividad en América del Norte ni de cómo integrar las cadenas productivas en función de transferencia de tecnología” en la mayor parte de los sectores, como el químico, acerero, farmacéutico, cemento y aluminio, principalmente.
Lo bueno. A pesar de las desventajas, el T-MEC creará certidumbre, porque da reglas claras y acceso privilegiado a productos mexicanos, coinciden De la Cruz y el coordinador del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios (LACEN), Ignacio Martínez.
Martínez comentó que preserva acceso preferencial, es decir, la exención de impuestos para importar, lo que beneficiará a 21 mil empresas de México.
Incorpora temas no tradicionales como comercio digital, biomedicamentos, productos digitales, leyes ambientales, país de no mercado, derechos de los pueblos indígenas y en materia laboral se obtendrán beneficios como libertad sindical.
Además, se fortalecen servicios financieros en su nueva fase vía economía digital, se obtiene estabilidad monetaria por el capítulo 33 y certidumbre comercial por el capítulo tercero.
Sin embargo, México debe construir ahora una política nacional de exportación para aprovechar el nuevo acceso preferencial.