Antonio se levantó a las tres de la mañana del viernes para llegar temprano al aeropuerto de Guadalajara, Jalisco. Su vuelo a Hermosillo, Sonora, saldría a las 6 de la mañana y debía documentar su equipaje.
“Al llegar sí había mucha gente, pero creo yo que lo normal de cualquier aeropuerto, pero de pronto las filas comenzaron a dejar de avanzar, hasta que de plano ya nadie caminaba y esto se iba llenando cada vez más”, relató.
De pronto todo fue caótico, porque no había nadie que pudiera dar información certera de lo que estaba pasando y si “la falla en el sistema” se arreglaría pronto.
El Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), concesionario del aeropuerto de Guadalajara, comenzó a emitir alertas a través de redes sociales para intentar paliar la situación: “Debido a caída de Microsoft, las aerolíneas solicitan llegar al aeropuerto con mayor anticipación para procesos de documentación. Agradecemos tu colaboración y paciencia, ya que el hecho es ajeno a las aerolíneas, teniendo repercusiones a nivel global”.
Alrededor de las 14:00 horas el GAP informó que hasta ese momento eran 71 vuelos los afectados por el apagón informático: 18 arribos estaban demorados y seis más habían sido cancelados, además 40 salidas presentaban retrasos y siete fueron cancelados.
Aunque los vuelos nacionales comenzaron a fluir lentamente la sobreocupación en estos provocó que mucha gente tuviera que esperar más de seis horas para abordar otro avión.
La misma situación ocurrió para las terminales aéreas del resto del país. En Monterrey, Nuevo León, el problema inició desde poco antes de las 5 de la mañana, cuando comenzaron a llegar pasajeros a las diferentes terminales para emprender su viaje de vacaciones, negocios o de visita a familiares.
La situación atrasó abordajes y vuelos, como el de Karen Treviño, habitante del municipio de San Nicolás de los Garza, quien viajaría a Cancún a vacacionar.
“Me vine al aeropuerto tres horas antes, pero no me imaginé la dimensión del problema. En cierta parte está mal que dependamos tanto de la tecnología, porque con este tipo de incidentes se te atrasan todos tus planes, tus tiempos”, comentó el joven.
Otro pasajero, José Mendiola, relató que su vuelo era a la Ciudad de México para atender una junta de trabajo, de la cual pensó que podría regresar el mismo viernes. “Ahora ya no sé qué pasará. Entendemos la situación, la problemática mundial, pero la realidad es que las aerolíneas comoquiera ya estaban fallando desde antes”.
En Cancún, al último corte, el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) informó que hasta las 17:00 horas se registraron 26 cancelaciones de 12 vuelos de llegadas y 14 salidas de aerolíneas como Aeroméxico, Delta Airlines, Frontier, Spirit, Sun Country, United Airlines y Viva Aerobus. En tanto, se reportaron 187 demoras; 100 de vuelos de llegada y 87 de salida.
En la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas, miles de personas resultaron afectadas por la falla en los sistemas de información del departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Desde la noche del jueves, los usuarios que intentaron cruzar al vecino país comenzaron a reportar las fallas y lentitud en las filas, pues tardaban de dos a tres horas. Sin embargo, para la mañana del viernes el panorama no cambió y quienes se dirigían a trabajar, estudiar o realizar alguna compra en el vecino país, se vieron afectados por las largas filas que se tenían en los tres cruces internacionales. Corresponsales