En línea con la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de dejar de exportar crudo en el mediano plazo para privilegiar el consumo interno, en este sexenio Petróleos Mexicanos (Pemex) va a vender al extranjero el menor volumen de crudo desde la administración de José López Portillo (1976-1982).
Así lo indica el marco macroeconómico incluido en los Criterios Generales de Política Económica 2021 que la Secretaría de Hacienda presentó el martes al Congreso de la Unión.
Desde que inició esta administración, la plataforma de exportación de Pemex disminuye. En 2019 fue de 1.10 millones de barriles diarios, tras enviar al extranjero 1.18 millones un año antes.
Las recientes proyecciones del gobierno federal indican que las exportaciones de petróleo van a seguir reduciéndose a 973 mil barriles diarios durante este año, 870 mil en 2021, 809 mil en 2022 y 620 mil en 2023.
De confirmarse este escenario, será el menor volumen de ventas desde 1979, cuando se exportaron 533 mil barriles diarios y apenas comenzaba a operar Cantarell, considerado el más grande yacimiento en la historia del país.
Hacia finales del sexenio actual se espera que las exportaciones de petróleo logren un rebote a 725 mil barriles diarios en 2024, arrojan las recientes proyecciones del gobierno.
Desde que era candidato, López Obrador dijo que México dejaría de exportar petróleo en el mediano plazo para privilegiar la demanda interna.
“Ya no se va a vender, en el mediano plazo, petróleo crudo al extranjero; queremos procesar toda nuestra materia prima”, afirmó. “Vamos a extraer sólo lo que se necesita para el consumo interno”.
La agencia Moody’s considera que las menores exportaciones de crudo implican riesgos significativos para las finanzas de Pemex, al exponerse a una mayor volatilidad del tipo de cambio, pues sus ingresos por la venta de gasolinas son en pesos, mientras gran parte de su deuda está denominada en dólares y otras monedas.
Una de las principales apuestas de López Obrador consiste en el resurgimiento de Pemex para convertirse en una palanca de desarrollo, mediante la inyección de recursos públicos y restringiendo la participación de capital privado, tras el deterioro financiero y operativo del que fue objeto la petrolera en sexenios anteriores.
Sin embargo, la plataforma de producción de petróleo continuó cayendo en el primer año de su gobierno, a 1.70 millones de barriles diarios en 2019, para acumular 15 años a la baja.
El gobierno federal promete que la racha negativa terminará este año, con un bombeo de 1.74 millones de barriles diarios en 2020, al considerar el nuevo entorno de demanda y precios, el renovado énfasis en la eficiencia en la extracción de petróleo y en el abastecimiento interno de combustibles por parte de Pemex y las contribuciones de los productores privados.
Se espera que la extracción continúe mejorando a 1.86 millones de barriles diarios durante 2021, 2.04 millones en 2022, 2.14 millones en 2023 y 2.28 millones en 2024.
La menor producción, sumada a la colosal deuda de Pemex y a condiciones financieras adversas, llevó a Moody’s y Fitch a retirarle a la empresa el grado de inversión en abril pasado.
Tras estimar una cotización promedio de 35 dólares por barril en 2020, el gobierno federal confía en que el precio del petróleo mexicano comience a subir a partir del siguiente año, a 42 dólares en 2021, 45 en 2022, 48 en 2023 y 50 en 2024, lo que significará mayores ingresos petroleros.
El presupuesto de Pemex aumentaría de 541 mil millones de pesos en 2020 a cerca de 545 mil millones en 2021.