A casi 16 meses de que inició la pandemia, con un que bajó sus precios para atraer huéspedes y tratar de sobrevivir a su peor crisis en la historia moderna, la colombiana Ayenda Rooms “sueña” con ser la mayor cadena hotelera de México en sólo año y medio.

OYO Rooms demostró en 2019 que esto es posible, cuando incursionó en el mercado nacional y cerró ese año con 406 hoteles bajo su marca, duplicando los 179 de Grupo Posadas y casi triplicando los 143 que tenían City Express y Grupo IHG.

Sin embargo, el gigante hotelero indio no logró resistir a las restricciones de la pandemia y, en febrero, anunció su salida no sólo de México, sino de Brasil y otros países latinos.

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El cofundador y director ejecutivo de Ayenda, Andrés Sarrazola, detecta “una oportunidad muy grande sobre la mesa” y planea poner su sello a las mejores prácticas de OYO y a las de RedDoorz, la mayor cadena del sudeste asiático.

A diferencia de OYO, que al parecer tuvo problemas de comunicación entre su equipo local y la casa matriz, Ayenda desarrolla el producto y la tecnología internamente, tiene el mismo idioma que México y se encuentra cerca en términos geográficos, explica.

Ofreciendo tarifas económicas, un canal de ventas directas, aplicaciones móviles y una inversión de 3 millones de dólares en los siguientes dos años en México, Ayenda espera abrir 100 hoteles este año y llegar a 300 para finales de 2022. De confirmarse, la compañía se convertirá en la mayor cadena hotelera del país. Con 228 establecimientos en Colombia y 30 en Perú, es la mayor cadena de hoteles en América Latina.

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Hace unos días, la empresa se estrenó en territorio nacional con la apertura de un hotel cerca del Monumento a la Revolución y prepara una segunda inauguración en Santa Fe.

Con 3 mdd, Ayenda apuesta por liderar en sector hotelero
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La compañía apuesta por el turismo doméstico y no intenta atraer huéspedes que viajan de turismo o placer, sino a aquellos que lo hacen por necesidad y buscan un hotel de bajo costo cerca de su destino.

Decidió iniciar en la capital debido a que, por el tamaño de su población, muchas personas llegan por cuestiones laborales, pero apunta a más ciudades como Monterrey y Guadalajara.

Esto, a pesar de que los hoteles en estas tres ciudades registraron una ocupación de 27% entre enero y mayo de este año, siendo un nivel mínimo histórico para un periodo similar, tras registrar una tasa de 32% en el mismo lapso de 2020.

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En particular, la ocupación en la Ciudad de México tocó un pico de 66% en 2016 y desde entonces muestra una tendencia a la baja, según DataTur de la Secretaría de Turismo.

Con inmuebles de 30 habitaciones en promedio, Ayenda busca eficientizar los costos de los establecimientos para ofrecer la mejor tarifa disponible y generar ingresos a través de volumen y tecnología, cuyos hoteles se promocionan en Airbnb, Booking y Expedia.

No obstante, Sarrazola asegura que la cadena aporta 40% del total de las ventas mediante un canal directo que integra clientes corporativos, call center 24/7, el sitio web y, principalmente, una aplicación móvil que contribuye con más de la mitad de este conducto.

En un mercado con precios a la baja por la poca demanda de viajeros, principalmente en ciudades, confía en que las tarifas hoteleras se recuperarán después de los boletos de avión.

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Cifras del Inegi señalan que, en promedio, el alojamiento tradicional se abarató 0.6% en la primera mitad de junio de este año frente a la misma quincena de 2020, ligando 15 meses de disminuciones a escala nacional. Sin embargo, los hoteles capitalinos rompieron esta racha a principios del mes pasado, pues subieron sus precios en 2%.

Ayenda funciona transformando hoteles mediante una franquicia por conversión, pues ninguno de los establecimientos que opera son propios. Sin embargo, planea destinar 3 millones de dólares en los siguientes dos años para tener y mantener los hoteles en México.