El nuevo presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) recibe un regulador que no ha concretado competencia efectiva ni ha alcanzado cobertura de servicios en zonas rurales del país, coinciden expertos.
Gabriel Contreras, quien fuera presidente del regulador, y el área de comunicación social del IFT fueron consultados; sin embargo no emitieron ninguna opinión.
En telecomunicaciones, el gran pendiente radica en que el presidente del IFT se limitó a cumplir con la reforma constitucional, pero no a contribuir a la conectividad del país, señala Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI).
“El IFT debió contribuir, como dice la Constitución, con la política de inclusión digital y no quiso, no fue su prioridad, se basó en la competencia, pero la competencia no creó cobertura, mayor conectividad y convergencia".
La convergencia no se justifica cuando eres el único país de América Latina que no es convergente y eso no estimula muchos otros servicios de conectividad y digitales como Internet de las Cosas, no se quiso involucrar en temas de inteligencia artificial, comentó Bravo.
Lo único que hizo fue implementar la reforma, eso estuvo bien, pero este es un sector que va más allá de la legislación "entonces tuvo reacción, pero no visión".
En radiodifusión es el aspecto en el que dejó más pendientes, destacó el presidente de la AMEDI.
“No defendió ni amplió los derechos de las audiencias y no emitió nuevos lineamientos en materia de derechos de las audiencias”.
Tampoco existe evaluación de tiempos de publicidad y el monitoreo no se conoce, por lo tanto no sabemos si la radiodifusión, tanto de radio como TV, están cumpliendo con los tiempos de publicidad.
Para Jorge Fernando Negrete, presidente de Policy and Digital Law, Gabriel Contreras se va dejando un mercado distinto, con beneficios tangibles al usuario, pero con el abandono más consistente del segmento rural en América Latina.
“No hay un país que haya abandonado tanto el sector rural como México, mucha competencia, cero cobertura”, opina Negrete.
Nunca hubo ni convergencia ni cobertura y durante el periodo de Contreras persistió una intensa regulación en competencia que dio sus elementos positivos.
“Pero la competencia no genera cobertura, entonces tuvimos una de las peores o la peor política regulatoria de toda América Latina”.
Por otra parte, comentó que por ser muy respetuosos del derecho de la competencia no se autoriza la convergencia y hoy México es el único país en la región que viola el derecho a la información, a la libertad de expresión, porque solamente la pueden ejercer plenamente quienes pagan televisión de paga.
“Claramente estamos ante un México distinto, una situación de competencia distinta y ante nuevas necesidades regulatorias a las que dieron origen a la reforma en telecomunicaciones”.
Salomón Padilla, vicepresidente de la Asociación de Telecomunicaciones Independientes de México (ATIM), señaló que entre los principales pendientes que quedan para el IFT se encuentra adaptar a la institución a la nueva era digital.
“Es un gran pendiente. Parte de la política que debe manejar el nuevo presidente de la institución es darle celeridad y fortaleza, porque está abandonada”.
Administrativamente, Padilla propone reorganizar al IFT para que sea totalmente digital, para que todo, inclusive la solicitud de concesiones y servicios, sean digitales, “si la CRE lo tiene ¿por qué no lo tiene el IFT?”.