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Se acerca el fin de otro sexenio y, al parecer, los resultados en materia de crecimiento económico van a terminar muy por debajo de lo proyectado. A pesar de que todavía no se tienen las cifras de 2023 ni se sabe cómo vamos a cerrar este año, es posible adelantarse con base en los pronósticos del gobierno federal establecidos en los Criterios Generales de Política Económica 2024 y en el último Informe del Banco Mundial 2024.
Se sabe que en los dos primeros años de gobierno se tuvieron tasas negativas de crecimiento: -0.3% en el primero y -8.6% en el segundo. En los siguientes dos años se registraron tasas positivas de 5.7%, y 3.9% respectivamente. Para 2023 y 2024, se pronostica que termine en 3.6% y 2.6%, según el último informe del Banco Mundial Global Economic Prospects publicado este mes de enero. De concretarse este escenario se esperaría que la tasa de crecimiento promedio de todo el sexenio termine en 1.2%. ¿Cómo explicar este resultado?
Durante los dos primeros años de gobierno los cambios no se dieron como se esperaba. La incertidumbre y la falta de confianza hacia el nuevo gobierno se tradujeron en falta de producción, empleo e inversión.
Para el siguiente año, la situación empeoró ya que se sumó la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, que terminó por debilitar el mercado interno por el lado de la oferta y de la demanda. Vivimos la disminución y el cierre parcial de algunas actividades económicas como el turismo, el comercio y los servicios, además de una fuerte caída en el consumo por parte de la población, como consecuencia del confinamiento parcial o total de los hogares.
El tercer año se presentó lo que se conoce como efecto de rebote, ya que después de venir de una fuerte caída en el PIB, la demanda comenzó a acelerarse por encima de la oferta a pesar de que el gobierno manejó una política de gasto y de deuda restrictiva, lo que llevó al encarecimiento de los precios y al aumento de la tasa de interés.
En conclusión, se ha visto y se anticipa un resultado muy por debajo de las estimaciones señaladas en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 que, en la parte del Epílogo: Visión 2024 a la letra señala: “El fortalecimiento de los principios éticos irá acompañado de un desarrollo económico que habrá alcanzado para entonces una tasa de crecimiento de 6%, con un promedio sexenal de 4%”.
Académico de la Universidad del Valle de México, Campus Lomas Verdes