A partir del próximo domingo comenzará la reapertura de seis supermercados y tres farmacias de 135 unidades que operaban en Acapulco antes del paso del huracán Otis y que forman parte de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).
El domingo reabrirán tres tiendas Chedraui, mientras que entre lunes y martes tres sucursales de Soriana, así como tres farmacias Benavides, dijo a EL UNIVERSAL el director de Relaciones con Gobierno de la ANTAD, Manuel Cardona.
Además, otras siete farmacias ofrecerán servicio médico gratuito en los estacionamientos de las tiendas.
Las 129 unidades restantes reabrirán en semanas o meses, porque hay algunas que sufrieron una pérdida total, mientras que otras tienen graves daños o fueron saqueadas, dijo.
Para iniciar con la reapertura se tendrá que invertir en revertir los daños a los inmuebles, los saqueos y daños a la mercancía, que en conjunto suman 390 millones de pesos, aunque la cifra se sigue actualizando.
Además, los directivos de estas cadenas comerciales pusieron como condición para reabrir que se garantice la seguridad.
“Abro sólo si está ahí [la Guardia Nacional], dijeron las tiendas”, explicó. “Fueron atentos a nuestro llamado y habrá seguridad para acompañar a los tráilers que llevan por carretera la mercancía para abastecer supermercados y a las afueras.
“Va a haber presencia [en los autoservicios]. Adaptamos baños y pusimos lonas [en estacionamientos] para la Guardia Nacional”, detalló Cardona.
Además, se aprovechará lo que se aprendió en la pandemia, y cuando se tenga que restringir el número de personas en una tienda para controlar el aforo, se implementará la medida, dijo.
Dentro de los comercios, corresponderá a las cadenas aumentar la seguridad privada para evitar saqueos, como los que sufrieron 70 de las 135 tiendas afiliadas a la ANTAD, porque la gente se llevó hasta los anaqueles, en algunos casos cajas fuertes, cables y racks.
“Lo que podían cargar, se lo llevaban en cajuelas de coches. No hubo escrúpulos en todo esto”, afirmó.
Expuso que muchas tiendas no pueden reabrir en su totalidad por falta de electricidad, de abasto de productos o por daños al inmueble, ya que se cayeron plafones, techos, cristales de las puertas o por las afectaciones a los centros comerciales en que se ubican los establecimientos.