Más Información
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
maria.saldana@eluniversal.com.mx
Una de las preocupaciones que genera el cambio de gobierno en México es cómo se hará el ajuste al gasto corriente sin causar desequilibrios fiscales, dijo Patricia Krause, economista para América Latina de Coface, firma especializada en seguros de crédito para empresas.
Una de las grandes preguntas es cómo se manejarán las finanzas públicas, cómo se hará para llevar adelante proyectos como la construcción de nuevas refinerías y para revertir la caída de los ingresos petroleros, porque la producción de crudo viene a la baja desde hace una década y es necesario subir la extracción, manifestó la directiva de la firma de seguros.
Se espera que el país mantenga en 2018 y 2019 un crecimiento económico de alrededor de 2%, en tanto se ven los resultados de la política pública que vaya a tener la siguiente administración, ya que al menos tardarán un año en concretarse los cambios, dijo.
En entrevista con EL UNIVERSAL previa a la conferencia Country Risk de Coface, a realizarse hoy, expuso que actualmente hay mayor certidumbre de lo que sucederá en México porque ya se llevaron a cabo las elecciones presidenciales y ya hay un nuevo acuerdo que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Por ejemplo, ya se tiene claro que habrá nuevas reglas para la exportación de automóviles dentro del nuevo Tratado de México, Estados Unidos (EU) y Canadá (T-MEC), y, pese a que habrá un plazo de adaptación, no se esperan grandes impactos.
Incluso, si Estados Unidos finalmente impone un arancel de 25% a los autos mexicanos no habrá impacto porque tienen un cupo mayor a lo que se exporta actualmente. Y además, agregó, aunque se puede tener algún alza de los costos de producción e incremento de precios al consumidor final, no se verá un impacto importante.
Sin embargo, hay temas que generan incertidumbre, como el desenlace sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), porque no se sabe si seguirá la obra actual en Texcoco o se cancelará.
De frenarse la obra, puede ser una señal negativa para los mercados, lo que tendría un impacto en inversiones hacia México, dijo Krause.