Washington. El consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, se disculpó este martes ante los familiares de los vuelos Lion Air y Ethiopian Airlines accidentados en 2018 y 2019 y en los que murieron un total de 346 personas, por fallos de diseño en los modelos 737 MAX y que desencadenó una crisis que ha cuestionado el control de calidad de la multinacional.
Calhoun compareció ante un comité en el Senado de Estados Unidos que investiga a Boeing, una audiencia a la que asistieron familiares de las víctimas con retratos de sus seres queridos.
Antes de empezar la comparecencia, Calhoun, de pie y dirigiéndose a estos familiares, afirmó: "Quisiera disculparme en nombre de todos nuestros asociados de Boeing, pasados y presentes, dispersos por todas partes, por sus pérdidas. Lamento el dolor que hemos causado".
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Los accidentes de los vuelos Lion Air 610 y Ethiopian Airlines 302, ambos con Boeing 737 MAX 8, abrieron un periodo turbulento para la empresa estadounidense con numerosas investigaciones, cuestionamientos e incidentes de seguridad que llegan hasta el día de hoy.
A preguntas de los senadores, Calhoun aseguró que Boeing ha despedido a empleados que han presionado o acosado a compañeros que han hecho pública información comprometida sobre la empresa.
Calhoun, sin embargo, no supo detallar ni el número ni el rango de los empleados despedidos.
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Uno de estos informantes, John Barnett, fue hallado muerto en marzo de 2024 de un disparo en la cabeza dentro de su vehículo en el aparcamiento de un hotel. Luego se determinó que la causa de la muerte era el suicidio.
Barnett había denunciado que estaba siendo acosado por miembros de Boeing.
Calhoun anunció en marzo que dejará su cargo a finales de año, después de 15 años en puestos de alta responsabilidad en la empresa aeronáutica.
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