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Las acciones y políticas que emprendió la actual administración en sus dos primeros meses de actividad generaron incertidumbre en los mercados y desequilibrios en la actividad productiva del país, dijeron los economistas del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su Análisis Económico Ejecutivo semanal, afirmaron que la baja de calificación crediticia de Pemex que anunció Fitch muestra el “severo cuestionamiento que se ha hecho de las decisiones e instrumentación de políticas del nuevo gobierno, que en principio han generado desequilibrios en la actividad productiva del país”.
Si el gobierno no genera certidumbre con propuestas que conlleven crecimiento, la percepción de los mercados apuntará a un debilitamiento económico.
Desde diciembre se mostró una desaceleración de la economía y los indicadores muestran que subió el desempleo, de manera que hay complicaciones, añadieron.
“Es probable que en la primera parte del año la economía muestre un avance mínimo, en respuesta al efecto de una menor actividad”. Lo anterior, tanto por el desabasto de combustibles, como por las pérdidas por el bloqueo de las vías férreas en Michoacán y por los anuncios de que algunas maquiladoras dejarán el país.
Es claro que hay impactos sobre la economía y el desempleo, además de que la incertidumbre se fortalece y puede incidir en el flujo de inversiones, lo cual inhibiría la posibilidad de que la economía crezca a tasa de 2% o mayor.
Sobre el combate a la corrupción y el Estado de derecho, los economistas dijeron que la “preocupación de diversos organismos aumenta cuando no se perciben señales de una estrategia clara para contrarrestar los problemas”.
Expusieron que un ambiente de certeza jurídica que inhiba la corrupción e impunidad es fundamental para el crecimiento. Sin embargo, al no haber sanciones, “genera un ambiente poco propicio para invertir”.