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El monto de inversión extranjera directa (IED) que recibió México en los últimos años refleja que los beneficios del nearshoring compensan significativamente la percepción de inseguridad y violencia, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Sin embargo, dijo que, a pesar del entorno favorable para el país, esto “podría ser contraproducente, toda vez que esta percepción podría relajar el actuar de las autoridades o retardar, en un contexto de contienda electoral y un próximo nuevo gobierno, el consolidar un entorno de negocios acorde con las necesidades de un sólido Estado de derecho y menor corrupción, inseguridad e impunidad”.
“Los resultados recientes en estos temas parecieran apuntar en dicha dirección”, agregó el CEESP en su Análisis Económico Ejecutivo semanal.
Expuso que eventos mundiales hicieron al país atractivo para recibir proyectos; por ejemplo la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la política estadounidense de “Make America Great Again” del expresidente Donald Trump, que incentivó el regreso a Norteamérica de empresas de Asia.
Además de los anteriores, la pandemia llevó a que las empresas repensaran su estancia en Asia y se relocalizaran cerca de Estados Unidos. “Reducir los costos de transporte, limitar los cortes de suministro de insumos, los menores costos de producción, pero lo más atractivo, la cercanía con el mercado más grande del mundo [Estados Unidos], pusieron a México en una situación privilegiada como uno de los países objetivo para dirigir la inversión”, dijo.
Las empresas que intentan relocalizarse podrían estar considerando que tan solo el hecho de instalarse en el país sería mucho más rentable que enfrentar los costos de la inseguridad o la violencia, que no son temas menores, destacó el CEESP.