Ante la propuesta del gobierno de la Ciudad de México de crear un impuesto a las aplicaciones de reparto a partir de 2022 , organismos y asociaciones empresariales rechazaron esta iniciativa y adviriteron que tendrá un impacto negativo directo en la economía de los miles de negocios y repartidores así como provocar un aumento de costos.
Y es que consideraron que esto representa una barrera a la innovación para la capital, pues atenta contra los esfuerzos de acompañar la reactivación económica en un período complejo como la pandemia.
En un comunicado conjunto, la Asociación de Internet MX (AIMX), la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), la Asociación Fintech México (FTMX), la Coparmex Ciudad de México, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE) y la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), destacaron que la medida contraviene la política del Gobierno Federal de no crear nuevos impuestos, así como los acuerdos adquiridos por México ante la OCDE de no establecer más impuestos a la economía digital.
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“Los organismos y asociaciones firmantes expresan su preocupación y rechazo a la propuesta de crear un nuevo impuesto sobre los servicios de entrega gestionados a través de plataformas tecnológicas a ser incluido en el artículo 307 ter del Código Fiscal de la Ciudad de México para el ejercicio fiscal 2022. El impuesto genera un impacto negativo directo en la economía de los miles de negocios y repartidores que dependen de estas plataformas”, resaltaron.
De acuerdo con los organismos y asociaciones empresariales, un impuesto local por usar las calles no tiene precedente y es inconstitucional, va en contra del principio de equidad tributaria y además es una medida que daña a la economía digital, limitando la creación de valor económico y social, la cual, más allá de beneficiar a los usuarios y consumidores finales los afecta en gran medida.
“Este nuevo impuesto resultará en una modificación a la estructura de costos de las plataformas intermediarias y de miles de restaurantes, micro y pequeñas empresas, lo que tendrá inevitablemente un impacto en los precios que pagan los consumidores finales, incrementando la ya alta inflación y, con ello, afectando directamente el bolsillo de las familias mexicanas que demandan estos servicios y a miles de repartidores que han encontrado en las plataformas digitales un medio de generación ganancias en estos tiempos de pandemia”, añadieron.
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