Pese al incremento de precios de cosméticos, fragancias y productos de cuidado de la piel, se mantienen las ventas incluso con crecimiento a tasa de doble dígito, sobre todo porque los motores que empujan su consumo son el impulso, las emociones y aspiraciones de las personas.
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos y de la Asociación Nacional de la Industria de Productos del Cuidado Personal y del Hogar (Canipec), este año se espera un crecimiento de 6% en la categoría de cuidado personal.
Lo anterior, a pesar de que en 2020 subieron los precios como consecuencia del encarecimiento de 40% acumulado a la fecha en las materias primas sustentables, considerando aranceles, trámites aduaneros y movimiento portuario, entre otros factores para importarlas, dijo la directora de Marketing Global de Omnilife-Seytú, Kenya Vergara.
“Por la inflación hay una reducción en la cantidad de productos [que compran], porque el precio es mayor, y aunque la cantidad de piezas por pedido es menor, el ingreso es mayor”, dijo.
En este mercado el impulso, las emociones y lo aspiracional hacen que se consuman productos de belleza, agregó.
“Ves a una celebridad con un tono de labial y es algo aspiracional. Todo el maquillaje en color es aspiración, al pensar ‘me siento fuerte, romántica, seductora’. Es como la moda: 90% de lo que compramos de moda es por impulso”, explicó.
Además, a partir de la pandemia hubo cambios de hábitos de consumo entre las mujeres, señaló Vergara, “porque hay mucha conciencia de cómo cuidarse, sobre los ingredientes, del cuidado de las rutinas. La gente tiene más información y valora ingredientes y nuevas fórmulas”.
De acuerdo con Seytú, empresa que vendió 95 millones de dólares en 2023, el mercado de belleza y cuidado en México no está altamente concentrado, aunque tiene empresas fuertes con mayor participación como Beiersdorf, Unilever, Procter & Gamble, Mary Kay y Colgate Palmolive.