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La decisión de no continuar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco es sólo la punta del iceberg de una serie de decisiones que podría tomar el próximo gobierno, por lo que la reacción de los mercados es sólo una respuesta al anuncio del gobierno entrante, dijo el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos.
“Espero que haya señales de cordura, de moderación y que logremos que estos días negros para el país queden atrás, todos estamos en el mismo barco y queremos que nos vaya bien. Si al país le va mal no sólo le va mal al presidente, le va mal a las empresas y a todos. Sin embargo, no podemos ocultar la gravedad de los actos y hechos que han sido recientemente determinados por el presidente electo”, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL.
Dijo que esperan que haya “capacidad para rectificar” la decisión y continuar con la obra en Texcoco. “Es de sabios reconocer que se ha equivocado. Esperamos que evalúa el daño que puede tener el país y pueda rectificar”.
El costo de la cancelación se estima en 120 mil millones de pesos, más los 170 mil millones que ya se invirtieron, lo que da un total de 290 mil millones, por lo que “si es necedad insistir que esa cantidad no se tire a la basura... porque implicará el daño patrimonial más grande del país”.
Explicó que la decisión “errática” que dio a conocer el próximo gobierno generó una reacción “lógica” en los mercados.
“Hemos visto infortunadamente que en las horas siguientes a la decisión, no sólo han perdido los bonos relacionados con la obra misma, sino que la perspectiva del país en su conjunto de la deuda soberana, los papeles de las empresas mexicanas que cotizan en el exterior, todas la pasan difícil”.
Agregó que ello sólo es la punta de un iceberg, “de un daño mayor. Que está todavía bajo el nivel del mar, antes del 1 de diciembre, ojalá que esas decisiones no sean lo que marque la administración”.