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cartera@eluniversal.com.mx
Este 1 de julio no solamente se llevarán a cabo las elecciones presidenciales, sino que a partir de esa fecha los contribuyentes no podrán cancelar una factura electrónica sin la aprobación de la empresa que la recibió, recordó Buzón E, firma consultora financiera y proveedor certificado.
“Todos los días se cancelan facturas, pero ahora ya no se podrá hacer si no te lo autoriza quién la recibió”, dijo el director comercial de la empresa, Octavio Ocaña.
En conferencia de prensa, destacó que en promedio se cancela entre 2% y 3% de la facturación mensual.
La facturación abarca todos los ingresos y egresos de las personas y personas físicas a través de los comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI) que dan cuenta de los movimientos con proveedores, así como recibos de honorarios.
Aclaró que esto no incluye a los recibos de nómina, o documentos como cartas poder.
Ocaña estableció que este y otros temas de índole fiscal deben ser considerados por todas las empresas independientemente de su tamaño, como parte de una estrategia de transición tecnológica digital fiscal.
De acuerdo con las disposiciones del Servicio de Administración Tributaria (SAT), los contribuyentes emisores de facturas electrónicas podrán cancelar un CFDI a través del proveedor de certificación, o directamente en el Portal del SAT, en la sección de Factura Electrónica. Pero, ahora sólo se podrá hacer contando con la autorización de quién la recibió.
El director general de Buzón E, Salvador Gómez, dijo que el tránsito a las nuevas disposiciones ha sido muy complicado y difícil, como por ejemplo el cambio a la nueva versión 3.3 de la factura electrónica, porque implica un proceso que hace necesario modificar y adaptar los sistemas.
Los especialistas hicieron ver que los contribuyentes se deben adaptar al nuevo ecosistema fiscal digital que está ahora en todos los procesos cotidianos de la vida diaria con la compra o venta de algún producto o servicio, o bien un ingreso o gasto en los cuales está implicada la emisión de una factura o recibo que servirá para comprobación ante el fisco.
Lo anterior, dijeron, cobra mayor importancia para el caso de las pequeñas y medianas empresas que tienen menos de 10 trabajadores, porque si bien están interesadas en hacer más eficientes sus procesos con tecnología, se les ha dificultado esta transición.
Advirtieron que la omisión de las disposiciones bajo el entorno fiscal en el nuevo mundo de la tecnología puede poner en riesgo la viabilidad de las empresas y en peligro a las personas físicas.
“Cualquier contribuyente que no cumpla la normatividad del Servicio de Administración Tributaria, por cualquier razón, no se escapará de las fuertes multas”, advirtió Gómez.
Además de que no podrá emitir comprobantes fiscales, perderá la oportunidad de contar con procesos estandarizados y alineados a la nueva era de tributación digital y se quedará atrás en materia de competitividad, ponderó.
De frente a esa realidad, Buzón E lanzó de manera masiva soluciones para cubrir los nuevos requisitos del SAT, como un sistema integral para la facturación sin que represente una inversión importante y ayudar a los causantes a contar con esquemas más ágiles y transparentes.