Acceder a una vivienda de interés social se volvió más difícil debido a que la banca privada lleva siete años reduciendo los créditos para comprar este tipo de inmuebles, cuyo valor oscila entre 505 mil y 850 mil pesos.
De acuerdo con información del Banco de México (Banxico), el financiamiento vigente concedido para viviendas populares se redujo 15% durante marzo de 2022 frente al mismo mes del año pasado.
Se trata de la mayor disminución en lo que va de 2022, pero además estos créditos cumplen 80 meses o casi siete años disminuyendo de manera consecutiva, ya que el financiamiento no ha dejado de caer desde agosto de 2015.
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En cambio, los préstamos bancarios para comprar viviendas media y residencial aumentaron 4.4% en marzo, siendo su mayor avance desde septiembre pasado y se han mantenido creciendo por 17 años y medio de manera constante.
La colocación de vivienda asequible empezó a disminuir en 2015, a mediados del sexenio de Enrique Peña Nieto, debido a que se eliminaron subsidios para adquirir estos inmuebles entre los estratos económicos más bajos, señaló Jorge Paredes, presidente de la inmobiliaria Realty World México.
Detrás de esto, explicó, también se encuentran el encarecimiento tanto de la tierra como de los insumos para construir, así como las reglamentaciones municipales, que han hecho oneroso y lento el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios destinados al segmento de interés social.
En el gobierno actual, el programa que concentraba los subsidios para la vivienda, administrado por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), se redujo a menos de la mitad en 2019.
El director comercial de Tu Hipoteca Fácil, Gonzalo Cosgalla, explicó que, al eliminar los incentivos para construir vivienda popular, los desarrolladores buscan rentabilidad en el segmento medio.
“En la [vivienda] social, el margen que tenían era tan pequeño que quitándoles el subsidio ya no les conviene”. Sin embargo, esto afecta a gente de menores ingresos y a jóvenes: “Son el eslabón más débil de la cadena laboral y tienen menos esperanza de adquirir vivienda”.
La oficina nacional de ONU-Hábitat dio a conocer que la vivienda que se produce en México es inalcanzable para cerca de 40% de la población, por lo que la disminución del crédito bancario hace todavía más difícil comprar un inmueble.
Apenas 15% de los mexicanos pueden adquirir una propiedad sin destinar más de 30% de sus ingresos para el pago del crédito hipotecario, es decir, sin comprometer el goce de otros derechos con el pago excesivo del alojamiento.
Entre enero y septiembre del año pasado, la venta de vivienda popular totalizó 106 mil 100 casas, una disminución de 11.5% con relación al mismo periodo de 2020, señalan cifras de la Conavi.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que los precios de las viviendas subieron en promedio 17.2% durante los últimos siete años, aunque en la Ciudad de México se encarecieron 23.9%.
“Ahora lo que está haciendo la gran mayoría de la población es pedir créditos para mejoramiento de sus viviendas actuales. Puede ser para una ampliación, porque la vivienda que se generó hace algunos años era más chica, eran prácticamente pie de casa, y con los mejoramientos pueden ampliarlas para construir más recámaras o cuartos”, dijo Jorge Paredes.
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“Sí hay oferta de producto, pero en ese segmento de ingresos no hay gente que esté dispuesta a adquirirlo. El subsidio ayudaba a que la gente comprara vivienda popular y ahora los desarrolladores batallan para colocar esa vivienda”, agregó el presidente de Realty World México.
La Conavi registró 51 mil financiamientos hipotecarios a enero pasado, 27 mil de los cuales fueron asignados por el Infonavit, y 17 mil, por la banca.
Los subsidios anteriores eran un apoyo económico otorgado por el gobierno que complementaban el ahorro previo o un crédito para comprar, ampliar, remodelar o autoconstruir una casa nueva o usada.
Lo podían solicitar derechohabientes del Infonavit, Fovisss- te o personas no afiliadas, con un sueldo menor a 6 mil 860 pesos mensuales. El apoyo podía ser hasta de 85 mil 700 pesos para comprar.