Sofía crea macetas con materiales reutilizados, Mitch busca a través de sus propias fotografías proteger la biodiversidad, José Pablo arma páginas web, Luna escribe un blog en el que da consejos de economía y Alina ha lanzado ya su primer disco.
Todos ellos son niños o adolescentes y empezaron a emprender con menos de 10 años, gracias a BusinessKids. Esta marca mexicana, con franquicias en lugares como Guatemala, Madrid o Hong Kong, quiere potenciar el talento emprendedor que, asegura Mary Carmen Cabrera, su fundadora, es innato en los pequeños.
“Todos los niños son emprendedores, no hay uno que no lo sea, solo que cada uno va a emprender con base en sus pasiones, su vocación”, señala. “Lo que nosotros hacemos en BusinessKids es enseñar al niño a descubrir su vocación, a conocer sus talentos”.
Desde los cuatro años -cuando el niño empieza a entender qué es la propiedad ajena y el dinero- puede participar en los programas regulares, cursos de verano o seminarios temáticos impartidos por BusinessKids en todo México. El denominador común de todos estos talleres es el juego.
“Nosotros enseñamos a través del juego, nos interesa que los niños se diviertan”, asegura Mary Carmen. “El juego es libertad y el emprendimiento también. A través del juego, el niño cacha las ideas indispensables para el negocio”.
Persuasión, comunicación y creatividad son algunas de las habilidades que fomenta BusinessKids para potenciar la vocación emprendedora de cada niño. “Emprender es empezar algo. Hay emprendimiento social, emprendimiento cultural, emprendimiento deportivo y, por supuesto, existen los intrapreneurs, que son aquellos emprendedores dentro de una organización”, enumera.
El mayor aprendizaje para todos los pequeños es no rendirse. “No existe el fracaso para nosotros, existen las áreas de oportunidad y el caer para inmediatamente levantarte”, sentencia. “Si yo hago algo con espíritu emprendedor, voy a llegar al éxito”.