El repunte de la inflación, así como los bajos salarios de los empleos que se generan en el país, obligan a más de 5 millones de mexicanos a buscar más de un empleo para complementar su ingreso, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicada por el Inegi.
De abril a junio de este año, 5 millones 88 mil empleados tienen la necesidad de trabajar más tiempo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o nuevo trabajo con mayor horario, debido a que se están generando plazas laborales de bajo salario, y a ello se suma la alta inflación, factor que presiona el poder adquisitivo.
Según el Inegi, la tasa de subocupación —trabajadores que tienen la necesidad de buscar un empleo adicional— se ubicó en 8.9% de la población ocupada. Si bien la tasa ha visto una reducción en los últimos dos años, se ubica 1.3 puntos porcentuales arriba del nivel de 7.6% de los últimos tres meses de 2019, antes de la pandemia.
“El encarecimiento de productos básicos, particularmente en alimentos, aunado a que los salarios que ofrece el mercado laboral son cada vez menos redituables, ha provocado que los ingresos de los trabajadores sean insuficientes para satisfacer sus necesidades, por lo que buscan un empleo adicional o están dispuestos a laborar más horas para obtener mayores ingresos”, explicó Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey.
De abril a junio de 2022, uno de cada tres trabajadores percibía un ingreso de hasta dos salarios mínimos, es decir 10 mil 372 pesos, en el mejor de los casos, insuficientes para cubrir sus necesidades y las de su familia.
Esta situación se agudizó por la inflación, cuya tasa anual llegó a 8.15% en julio pasado, su nivel más alto en 21 años, y amenaza con seguir aumentando.
Lo que se observa a través de la tasa de subocupación es que el mercado laboral mexicano enfrenta un cambio estructural, dijo José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“Por la pandemia, ciertos sectores productivos redujeron su capacidad de empleabilidad y también la calidad de salarios que pueden pagar”, comentó.
Advierte que la generación de empleo se concentra en niveles de hasta tres salarios mínimos, pero además en dos grandes grupos de trabajadores que laboran a lo mucho 34 horas, y quienes trabajan más de 48 horas.
“Es un mercado laboral que, efectivamente, paga poco, pero que tampoco genera la empleabilidad de las 48 horas de ley, o que, en caso de hacerlo, paga cuando mucho dos salarios mínimos”, detalló De la Cruz.
Por tamaño de la empresa, cerca de 23 millones de mexicanos trabajan en micronegocios, unidades de trabajo que cuando mucho emplean a 10 personas, pero que tienen muy baja productividad y en su mayoría son informales, es decir, sin las condiciones financieras y de operación para ofrecer buenos empleos, destacó el especialista.
Estados rezagados
Entre las entidades que reportan las mayores tasas de subocupación, superando la media nacional de 8.9%, destacan Tlaxcala, con 17.4%; Tabasco, 16.3%; Oaxaca, 15.9%; Zacatecas, 14.5%; Ciudad de México, 13.7%; Tamaulipas, 13.0%; Campeche, 12.3%; Guanajuato, 10.7%, y Chiapas, 10.5%. La mayoría tiene altos niveles de pobreza.
La relación de pobreza y subocupación, condiciones críticas de empleo y de informalidad, están asociadas, porque una de las principales determinantes de la pobreza son los bajos ingresos laborales, determinados por la empleabilidad de la informalidad, dijo De la Cruz.
Un factor adicional que impulsa el subempleo, es el estancamiento de la inversión que padece el país, afirmó Magaña.
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