Las disposiciones para prohibir la venta, donación o el obsequio de alimentos con alto contenido calórico a niños sólo tienen por objetivo culpar de las muertes por Covid-19 a este tipo de productos, dijo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar.
Se pretende crear culpables a través de regulaciones que se venden como si fueran varitas mágicas, pero que en realidad afectarán más a la economía mexicana, afirmó.
“Es increíble que se trate de meter regulaciones a la venta de alimentos procesados (…) con un solo objetivo: culpar a alguien de la cantidad de muertos que estamos teniendo en la pandemia. La culpa no la tienen los productores de alimentos procesados, no la tienen los hábitos de los mexicanos”, expuso.
Durante la videoconferencia para firmar un convenio con la Conferencia Nacional de Municipios de México, Salazar explicó que con ese tipo de regulaciones se pretende “afectar” a los empresarios grandes, pero también hay impacto negativo para los pequeños, como misceláneas, abarrotes, cañeros, transportistas, distribuidores y toda la cadena de valor.
La cadena de alimentos procesados representa 15% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Les pido que ustedes sean una línea de defensa contra estas actitudes equivocadas que se toman en el país”, dijo Salazar a los alcaldes.
También les pidió no aumentar impuestos, sino mejorar la recaudación local.
Por su parte, los alcaldes se refirieron a los ajustes en políticas del sector energético.
El alcalde de Apodaca, Nuevo León, César Garza Villarreal, dijo que “convertimos un expediente de corrupción política, que todos condenamos y que queremos que se llegue a las últimas consecuencias, como el de Odebrecht, en un entorno de incertidumbre. Ya no hay líneas claras ni garantías para la inversión en materia energética... espantan a la inversión extranjera”.