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Bruselas.— La Unión Europea (UE) y México trabajan contrarreloj para entregarle a la administración de Andrés Manuel López Obrador los textos completos de la modernización del acuerdo global.
En particular, la parte europea no quiere dejar margen para una interpretación errónea de lo acordado entre el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y la Comisión Europea de Jean Claude Juncker.
El trabajo se centra en aspectos técnicos y de lenguaje de los últimos dos anexos que faltan por publicar: servicios y acceso a mercados.
“El acuerdo está concluido y no podrá ser modificado sin abrir la caja de pandora”, dijo a EL UNIVERSAL un alto funcionario cercano a las negociaciones.
De superar el último procedimiento, la administración entrante sólo heredará la encomienda de continuar con la revisión jurídica del acuerdo, la cual inició en octubre pasado. También tendrá la tarea de sumar el apoyo de los gobernadores para cumplir con el requisito de apertura de compras estatales.
México comprometió el acceso a las contrataciones públicas de los estados que en conjunto sumen 62% del PIB.
Para los socios de la unión éste será un requisito imprescindible para aprobar el acuerdo. Con Canadá, la UE obtuvo acceso a las compras subfederales, mientras que con Japón incluyó las adquisiciones públicas a escala de ciudades.
Si bien la apertura de las compras estatales representa una ventana comercial adicional para los europeos, en Bruselas es considerada una oportunidad para disciplinar los gobiernos estatales, debido a que habrá vigilancia de la Unión Europea en materia de transparencia, rendición de cuentas y respeto al debido proceso.
El pasado 21 de abril, el secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, y los comisarios Europeos de Comercio y Agricultura, Cecilia Malmström y Phil Hogan, alcanzaron un acuerdo de principio sobre la actualización del acuerdo comercial.
Desde entonces, expertos de ambas instituciones han plasmado en textos sectoriales los compromisos asumidos en comercio e inversión, tras su revisión jurídica seguirá el turno de la traducción a las lenguas comunitarias, la aprobación por parte del gobierno mexicano y Estados miembros de la Unión Europea, y ratificación final del Senado y Parlamento Europeo.
Los penúltimos anexos publicados fueron sobre reglas de origen, propiedad intelectual y facilitación comercial.
El tratado incorporará elementos novedosos, en servicios añadirá disciplinas como transporte marítimo, telecomunicaciones, comercio electrónico, servicios financieros y de entrega, y reconocimiento mutuo de calificaciones profesionales.