Eliminar los fines de semana largo para fortalecer la memoria histórica afectará al comercio y al turismo, e incluso al Buen Fin, alertó el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), José Manuel López Campos.
Pidió que antes de cualquier modificación, se evalúen otras formas para promover las festividades patrias entre los mexicanos.
Solamente el fin de semana largo pasado generó 4 mil millones de pesos de derrama, dijo, sin incluir los gastos de los turistas en transporte, alimentos y restaurantes.
Este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo durante su conferencia matutina que considera desaparecer los fines de semana largos.
Estos periodos sirven para ordenar las festividades y evitar pérdidas de productividad a fin de que los empleados no hagan puentes, los cuales se formarían si el día conmemorativo queda en medio de la semana, ya que faltarían un día o dos, además del festivo.
“Lo que más nos preocupa es que se afectaría el programa más exitoso, que es El Buen Fin, el cual se da en el marco del día hábil del 20 de noviembre y es anterior al Black Friday de Estados Unidos. Los mexicanos tendríamos no cuatro días, sino tres días”, expuso.
López Campos explicó que la celebración o conmemoración de los días festivos puede seguir llevándose a cabo el día exacto de la festividad, sin ser un día inhábil, porque dar por terminados los fines de semana largos afectará al sector comercio, servicios y turismo, que generan 10 millones de empleos.
“México atraviesa por una coyuntura en donde necesita ser más competitivo, por la antesala del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, así que estos fines de semana largos se hicieron para ordenar días de asueto y fomentar el turismo y generar mejores condiciones de trabajadores y educandos”, explicó.
Para fortalecer la memoria histórica, como plantea el Presidente, se tiene que trabajar en la educación de jóvenes y niños con clases de civismo, pero también en las familias se deben inculcar estas fechas.
“Si se eliminaran estos fines de semana largos, serían afectados pueblos mágicos, destinos cercanos a metrópolis y puertos, en donde se pasan estos días” dijo.
Por ejemplo, en el último fin de semana largo se registraron un millón 600 mil turistas con una ocupación hotelera de 62%.
Recordó que el decreto data de 2006, cuando se definieron los fines de semana largos, producto de trabajo con las secretarías de Salud, de Trabajo, Gobernación y el paso final se hizo con Educación Pública.