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El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cortó ayer una racha de 13 sesiones consecutivas a la baja, el más extenso periodo negativo del que se tenga registro.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPyC) terminó en la última jornada de la semana en 43 mil 382.35 puntos, lo que significó un incremento de 189 unidades (0.44%) respecto al cierre del jueves. Durante la jornada, las emisoras que vieron los mayores avances fueron KIMBER (2.8%), IENOVA (2.2%) y GFNORTE (2.2%).
Pese a lo anterior, el indicador bursátil mexicano no pudo evitar la tercera pérdida semanal consecutiva, al registrar un retroceso de 894.9 puntos o 2.02%. De esta forma, en lo que va del presente año, la bolsa acumula una pérdida de mil 742.08 unidades, equivalente a 1.38%.
El IPyC es el principal indicador del mercado bursátil mexicano, al agrupar a las 35 empresas con mayor liquidez. La BMV no dejaba de caer desde el pasado 22 de abril. Las 13 sesiones consecutivas con retrocesos es el periodo más prolongado a la baja desde que hay información comparable, a partir de enero de 1978.
La mala racha que atraviesa el mercado mexicano está relacionada con la incertidumbre comercial entre Estados Unidos y China, aunado a las dudas sobre la política del gobierno mexicano y la situación económica, particularmente del consumo privado y la producción de petróleo, entre otros riesgos para el crecimiento.
Además, los participantes del mercado están recibiendo un mayor premio por invertir en instrumentos de deuda del gobierno, porque el Banco de México (Banxico) ha subido las tasas de interés al nivel más alto desde principios de 2009, situación que también ha restado atractivo a las acciones de las empresas en las bolsas de valores.
Por su parte, el dólar al menudeo terminó la jornada vendiéndose a 19.35 pesos en las ventanillas de los bancos, 15 centavos por debajo de la sesión anterior. Pese a ello, el billete verde cerró con una ganancia semanal de 0.52%.
La divisa mexicana acumula cuatro semanas consecutivas a la baja desde el pasado 12 de abril. La depreciación del peso en los mercados internacionales ocurrió a la par de una caída de la mayoría de las divisas en el mercado cambiario, ante un regreso de la aversión al riesgo a los mercados financieros globales por la decisión de la administración de Donald Trump de incrementar los aranceles a 200 mil millones de dólares de importaciones provenientes de China, los cuales subieron de 10% a 25%.
Esa disputa comercial es una de las principales causas de la desaceleración económica global, por lo que la decisión del presidente Trump de elevar los aranceles a China generó nerviosismo y pérdidas en el mercado de capitales, en el de materias primas y en el cambiario.
