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Debido a que la economía se está contrayendo, producto de la situación global , la bolsa de recursos federales para repartir a los estados y municipios se está achicando, señaló HR Ratings .
Lo anterior, presionará la liquidez y ajustará su gasto en particular en inversión pública , advirtió.
Bajo ese contexto, existen ventanas de oportunidad para modificar la Ley de Coordinación Fiscal (LCF) con el fin de generar incentivos para aumentar la recaudación , dijo el director ejecutivo de deuda subnacional, Roberto Ballinez.
Durante un seminario virtual, el especialista advirtió que si bien la LCF establece ciertas reglas, otra cosa es ver si las fórmulas de distribución responden a la realidad.
Al parecer, estimó, los principios implícitos en dicha ley no se están cumpliendo cabalmente y la contingencia sanitaria ha subrayado las diferencias y dependencia de los gobiernos locales de los ingresos federales.
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Detalló que el 88% de los ingresos de los estados provienen de la federación y el 79% para el caso de los municipios.
Refirió que los principios de la LCF es justamente cerrar las brechas económico-sociales entre las entidades y de alguna otra manera se esperaría sobre todo se vieran beneficiados los estados con nivel de pobreza, pero es importante tomar en cuenta estos números y conceptualizarlos.
“Es como la prueba del ácido de la Ley de Coordinación Fiscal, es decir, sí está ayudando a que las entidades mejoren su recaudación, su condición de vida con el paso del tiempo, porque el espíritu es apoyar a los que mayores necesidades tienen”, matizó.
Afirmó que este mecanismo es más compensatorio que resarcitorio, cuando el espíritu es apoyar a las entidades y municipios que menos tienen.
Para la calificadora, en la revisión del sistema nacional de Coordinación Fiscal, se debería considerar que el monto de transferencias federales se actualice por medio de un mecanismo que mejore la relación entre monto y distribución de la recaudación federal participable.
vcr/hm