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Los boletos de cine en México subieron de precio el mes pasado como no se veía en casi 16 años y las mayores alzas se reportaron en las ciudades de Córdoba, Veracruz; Mexicali, Baja California, y Morelia, Michoacán.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que la tarifa promedio por ingresar a las salas de estos establecimientos se incrementó 8.1% en mayo del presente año con relación al mes similar de 2018, sin considerar los gastos en dulcería y estacionamiento.
Se trata de la mayor alza de precio a tasa anual desde junio de 2003, cuando entonces el boleto subió 8.6%.
La tarifa de los cines está en función de la zona donde estén ubicados, de manera que el Inegi cotizó precios en 46 ciudades y áreas metropolitanas distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, de las cuales 43 registraron un aumento en el precio de los boletos y sólo tres una disminución.
Los cines establecidos en Córdoba, Veracruz, fueron los que elevaron más sus precios el mes pasado, 22.8% y significó el mayor incremento desde diciembre de 1999.
Le siguió Mexicali, Baja California, donde el costo de las entradas se elevó 18.1%, lo mismo que en abril y fue el aumento más pronunciado desde junio de 2000.
Morelia, Michoacán, fue la tercera ciudad donde más subieron los boletos de cine, un 18% y también representó la mayor alza desde diciembre de 1999.
En el área metropolitana de la Ciudad de México, las entradas al cine se encarecieron 5.7% y se trató del ajuste más pronunciado en los últimos 15 meses.
En esta zona, el precio del boleto general de adulto de lunes a domingo subió a 81 pesos en mayo frente a los 66 que costaba hace un año, en promedio.
Datos de Comscore publicados por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) indican que el precio promedio de los boletos de cine en todo el territorio mexicano fue de 50.6 pesos el año pasado, un incremento de 2.8 pesos con respecto a 2017 y fue el mayor aumento de la tarifa desde 2010.
Inversiones y publicidad
El gerente de análisis en The Competitive Intelligence Unit, Radamés Camargo, explicó que detrás del aumento en los boletos de cine están las mayores inversiones que realizan los estudios para crear nuevos contenidos.
“Conglomerados como Disney-Fox están ganando poder de negociación frente a las cadenas de cine y otras plataformas de distribución, situación que ha obligado a subir los precios al consumidor final”, opina el experto de la consultoría de inteligencia de mercado.
Desde su perspectiva, los cines deben enfrentar los mayores costos asociados a las inversiones cinematográficas y publicidad.
Cada vez hay más tipos de salas para disfrutar de películas, como 3D, 4D, Imax 3D, Macro XE, Cinextremo 3D, que ofrecen una mejor experiencia en el cine, pero elevan el precio de las entradas, explica el especialista de CIU.
Según Comscore, los cines del país vendieron 332 millones de boletos el año pasado, 16 millones menos que en 2017 y fue la primera disminución desde 2009. La misma fuente revela una menor asistencia por habitante.
Le distraen a la audiencia
Camargo expone que Netflix y otras plataformas de servicio de streaming cambiaron la forma de ver películas en el mundo y están compitiendo en la difusión de contenidos, lo que aunado a la proliferación de series, puede estar explicando la menor asistencia a las salas de cine en México.
Advierte que si continúan subiendo los boletos de cine, cada vez más consumidores van a preferir quedarse en casa y contratar servicio de streaming para ver contenido.
El cine en México todavía es considerado una opción económica de entretenimiento si hablamos sólo del precio de la entrada, porque en ocasiones el mayor desembolso que se puede realizar en el establecimiento es por concepto de dulcería.
Los boletos de cine están entre los 80 bienes y servicios contemplados en la canasta básica mexicana, mismos que se consideran indispensables para que una familia pueda satisfacer sus necesidades básicas de consumo a partir de su ingreso.
Las dos cadenas más grandes de cine son Cinemex, propiedad de Grupo México, y Cinépolis, de la familia Ramírez de Morelia, dueñas de nueve de cada 10 salas establecidas en territorio nacional.
México es el cuarto mercado más importante para la industria cinematográfica, al reportar 7 mil 182 salas en operación al final del año pasado, sólo después de China, Estados Unidos e India.
Tal es la importancia del mercado nacional, que México fue el segundo país donde más salas de cine se inauguraron en 2018, sólo debajo de China, según cifras de Screen Digest divulgadas por la Canacine.
La mayoría de cines en México ofrecen precios especiales a menores de edad, estudiantes y adultos mayores con credencial, así como tarifas económicas en las matinés, por inauguración de alguna sala y los miércoles.