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Los boletos de avión en México reportaron este mes la mayor alza de precio en los últimos 23 años, debido a la temporada vacacional, la depreciación del peso frente al dólar y el costo del combustible de aviación.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que el precio promedio del transporte aéreo se disparó 45.5% durante la primera mitad de abril con relación a hace un año, lo que resultó en el aumento más pronunciado desde la quincena similar de 1996.
Detrás del repunte está el cambio del mes en la temporada de vacaciones de Semana Santa, celebración que en este año cayó en abril y en 2018 ocurrió en marzo.
Esto influyó en la comparación anual de las tarifas aéreas, mismas que tienden a subir en temporada alta por la demanda adicional, pero un conjunto de factores también impulsaron su precio de manera extraordinaria durante la primera mitad del presente mes.
El presidente de la red de franquicias Viajes Bojórquez, Armando Bojórquez, comentó que además de la estacionalidad, las aerolíneas subieron el precio de los boletos para compensar los mayores costos relacionados con la depreciación constante del peso frente al dólar y el aumento de la turbosina, combustible utilizado por las aeronaves.
El precio promedio del dólar fue de 19.30 pesos en la primera mitad de abril, 80 centavos más que en la quincena similar de 2018, cuando entonces se vendía en 18.50 unidades en ventanillas de CitiBanamex.
Los boletos de avión más caros también reflejan el constante incremento de la turbosina, cuyo precio repuntó 91 centavos en el primer bimestre del presente año y cotizó en 14.01 pesos por litro en febrero (dato más reciente disponible) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un aumento de 1.66 pesos con respecto al mes similar de 2018.
El abastecimiento de la turbosina representa alrededor de 30% de los gastos operativos de las aerolíneas, según cálculos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
La producción de turbosina en México sólo alcanza a cubrir una tercera parte de la demanda, situación que permite a empresas privadas importar el combustible de Estados Unidos y cuyo costo se expone a la volatilidad del tipo de cambio.
Armando Bojórquez agregó que la política de compensación a pasajeros por retrasos o demoras imputables a las aerolíneas también ha influido en el aumento de las tarifas.
“Las aerolíneas elevaron sus tarifas de manera desproporcionada en Semana Santa, están cobrando tarifas prohibitivas para la gente que quiere o tiene necesidad de viajar.
“La escasez de la oferta y el dinamismo de la demanda les permite hacer esto”, expresó el también presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina (Actual).
Mayores alzas en el sur. Las cifras del Inegi señalan que los aeropuertos ubicados en el centro sur y sur del país aplicaron el mayor aumento de tarifas a escala nacional, mientras los situados en el noreste las subieron en menor medida.
El costo de los boletos de avión se trasladó a los servicios turísticos en paquete, cuyo precio se elevó 26.7% en la primera quincena de abril en comparación con hace un año, siendo la mayor alza desde que hay registro disponible de este genérico en el Inegi, a partir de junio de 2003.