Nueva York.— La gestora de fondos estadounidense BlackRock, la más grande del mundo, advirtió ayer en una carta a sus clientes de la creciente inestabilidad de la coyuntura económica internacional y de los mercados, con el malestar social, los nacionalismos y la xenofobia como principales efectos.
En una carta firmada por su consejero delegado, Larry Fink, la firma —que anunció recientemente despidos y que esta semana publicó unos resultados peor de los esperados— constata que la sociedad acude cada vez más a las empresas para solventar sus problemas, con mucha presión sobre las compañías de cara a solucionar temas relacionados con el medioambiente, la jubilación y la desigualdad.
“Las compañías han de capear las dificultades que entraña una coyuntura financiera propia de la fase final del ciclo, como el incremento de la volatilidad, que puede estimular la adopción de enfoques orientados a maximizar las rentabilidades a corto plazo en detrimento del crecimiento a largo plazo”, comentó el consejero Fink en la misiva.
Asimismo, el CEO destacó la necesidad del liderazgo corporativo de cara a solucionar algunos de estos asuntos, como la jubilación o los cambios tecnológicos en el mercado laboral.
Entre los propósitos de la empresa de cara a 2019 se encuentran un gobierno corporativo que amplíe la diversidad, políticas de remuneración que fomenten el largoplacismo, los riesgos y oportunidades en el plano medioambiental y la gestión del capital humano.