La aplicación de controles biométricos para la apertura de cuentas bancarias y otros servicios financieros para disminuir el fraude es una nueva experiencia en los usuarios, en un entorno de disminución de sucursales y mayores medidas tras la pandemia del Covid-19.
A la par, la oferta de nuevos servicios de bancos digitales que ofrecen servicios accesibles sin acudir a una sucursal presiona a las instituciones tradicionales a replantear sus productos para los clientes mexicanos.
Consultados por EL UNIVERSAL, algunos de los principales bancos del país, como Santander, CitiBanamex y HSBC, confirmaron la aplicación de controles biométricos, que si bien en una primera etapa son molestos para los clientes, por regulación de las autoridades son obligatorios a partir de marzo de este año y se encuentran en verificación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Santander usa lectores de huella dactilar y próximamente la verificación facial en su aplicación para celulares.
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El director de nuevos proyectos estratégicos en Banco Santander México, Francisco Javier Torres, explicó que al mes se realizan 400 mil verificaciones con biometría dactilar en sus sucursales, las cuales aplican para retiros y transferencias mayores a 10 mil 200 pesos, así como contratación de productos y apertura de cuentas, plazo o fondos y entrega tarjetas de crédito, débito y chequeras, entre otros.
“En general, la población ya acepta el uso de la biometría. El registro es ágil y sencillo, y el cliente nos dice que le aporta seguridad que para una operación se requieran sus biométricos.
“En total, para la captura y administración de datos biométricos de los clientes, Santander México estará invirtiendo cerca de mil millones de pesos en cinco años”, dijo el directivo.
CitiBanamex resaltó que en sus sucursales cuentan con dispositivos de lectura de huella en los que verifican la identidad de sus clientes, además de solicitar su INE para aperturas de cuentas, entre otros trámites.
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La institución resaltó que 48% de sus operaciones se realizaron en cajeros en el primer trimestre del año, 39% en canales digitales y 13% en sucursales, lo cual muestra cambios respecto a 2020, con nuevos hábitos de clientes, pues el año pasado los porcentajes fueron de 52%, 33% y 14%, respectivamente.
En el caso de HSBC, también se ha adoptado la verificación biométrica a través de la huella dactilar, la cual realiza una validación en línea con la base de datos del Instituto Nacional Electoral, en el que se corrobora que los datos y huella de la credencial de elector de su cliente coincidan con sus registros.
“Con nuestros clientes generamos nuestra propia base de datos biométrica, mientras que para los usuarios siempre hacemos consultas al INE”, explicó.
Transformación financiera
Además de los mayores controles para disminuir el fraude, la transformación que han tenido los cajeros automáticos en las instituciones, así como el cierre de las sucursales por su baja rentabilidad, tuvo un impacto en los consumidores en municipios donde es difícil acceder a los servicios financieros y también tuvo un impacto en la reputación de la banca tradicional.
“Para encarar los cambios de consumo y la crisis por el Covid-19 se tuvieron que integrar sistemas de atención remota por video. Esta tecnología permite a los bancos duplicar o triplicar su atención profesional, ya que el personal no se limita por su ubicación”, dijo la firma Auriga.
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KPMG resaltó que el mercado de la banca comercial se ha visto inundado por una ola de nuevos bancos con tecnología de punta y una gran agilidad para adaptarse a las nuevas demandas de sus clientes.
“La mayoría de los neobancos están dispuestos a diferir sus utilidades con el fin de obtener un mayor volumen de clientes. En este sentido, la banca comercial debe decidir si sigue a los competidores o se asocia, con el fin de retener su ventaja competitiva, modificando modelos actuales de negocio y operación para tener mejor transformación digital”, explicó la consultora.