Los subsidios a combustibles como gasolinas, además de ser regresivos, conducen a un exceso en el consumo y a externalidades negativas, y una vez otorgados son difícil de eliminar por motivos políticos, dijo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Motivan la generación de más emisiones de gases de efecto invernadero y congestión vial, según el estudio ¿Cómo consumen energía los hogares? Evidencia de América Latina y el Caribe.
Se resalta que estas subvenciones se implementan en función de preocupaciones sociales o por motivos políticos.
De ahí que resulta complicado quitarlos desde el punto de vista político, ponderó el BID en el texto elaborado por especialistas.
Refirió que en 2018 hubo protestas por el aumento de los precios del combustible para el transporte y el gas doméstico en Argentina y Brasil.
“Se da menos atención al impacto real de esos subsidios en el presupuesto del hogar y en cómo se distribuyen”, indicó.
Hace referencia que en México la participación del combustible para el transporte en el gasto total de energía del grupo de ingresos más pobre aumentó de 4% en 1994 a 25% en 2014, mientras que en el grupo de ingresos más altos pasó de 53% a 66%.
Energía
En general, el gasto anual en energía de los hogares de todos los quintiles de ingresos subió.
Indica que en promedio el crecimiento anual del consumo de energía fue de 2.5% en México.
Por quintil de ingresos, el grupo más rico tuvo la mayor demanda. No obstante, acotó que junto con estas tendencias, hay diferencias en los gastos de energía entre grupos de ingreso.
En términos absolutos, un hogar mexicano del quinto quintil, es decir, el más rico, gasta casi 10 veces más que un hogar del primer quintil o sea el de menores ingresos, pondera el análisis.
Se pone de relieve que en los periodos de recesión económica en México coinciden con las reducciones en los gastos absolutos de energía, como ocurrió durante el llamado Efecto tequila de 1994-1995 y las crisis financieras de 2001-2002 y 2009.
Indicaron que la heterogeneidad está más marcada en países como Argentina, Brasil y México; se hace referencia a estudios realizados en 2015 por otros especialistas como Hancevic y Navajas con relación al esquema mexicano en los que se afirma que es probable que el nuestro sea el más complejo de la región.
Lo anterior, porque en México la tarifa eléctrica no sólo depende de los bloques de consumo, sino también de los cambios de precio, de acuerdo con la estación y la temperatura.
Una mirada AL
En América Latina y el Caribe, los subsidios a la electricidad constituyen un componente importante del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.
Van de 0.5 a 1% del PIB, lo que ha hecho que el sistema eléctrico sea menos sostenible desde el punto de vista financiero y que la recuperación de los costos sea un desafío para el sector.
Afirmó que son los usuarios de más ingresos los que más se benefician de subsidios generalizados universales a la electricidad en comparación con los usuarios con ingresos más bajos, ya que los primeros reciben 2.5 dólares.
Para los expertos del BID, la medición del consumo de luz es una condición básica para cobrar correctamente el consumo real de los hogares para que paguen una parte justa.