Fráncfort.— La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, observa un riesgo de contagio a los bancos de los fondos del mercado de dinero y de los fondos de inversión que invierten en activos no líquidos.
Al inaugurar la séptima conferencia anual de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JE RS), Lagarde dijo que “los canales de contagio pueden resurgir”.
Lagarde citó en concreto que “las políticas de márgenes de las cámaras de compensación de contraparte central pueden amplificar la tensión en el sistema” financiero.
Las tenencias de los bancos de la Unión Europea (UE) de valores de renta fija podrían caer mucho en caso de que tengan que venderlas.
Lagarde recordó que hace un año la JERS, de la que es presidenta, advirtió que “un deterioro de la economía podría amenazar la calidad de los activos y la rentabilidad de las instituciones de crédito”.
Hasta ahora los bancos de la UE se benefician de la rentabilidad más elevada desde hace una década por las subidas de tipos de interés. Los préstamos morosos de bancos son bajos porque el empleo es estable.
Además, según Lagarde, “los mercados inmobiliarios residenciales, una exposición clave de los bancos, se han ralentizado de una forma ordenada hasta ahora”.
Pero también consideró que los bancos deben evitar que estos riesgos se materialicen a medio plazo.
Las subidas de los tipos de interés han aumentado la rentabilidad de los bancos, pero en algún momento tendrá un efecto negativo por el incremento de costes de financiación y la fuerte caída del préstamo.
Además, un crecimiento más bajo y unos costes de devolución de la deuda más elevados afectarán a los hogares y empresas vulnerables, por lo que podrían aumentar los créditos morosos, según la presidenta del BCE.
UE va contra abusos
Por separado, las instituciones de la Unión Europea lograron ayer un acuerdo provisional sobre una iniciativa legislativa que busca mejorar la protección de consumidores y empresas frente a abusos y manipulaciones en los mercados mayoristas de la energía.
El reglamento, conocido por las siglas REMIT, forma parte de la reforma amplia del mercado eléctrico comunitario, que busca impulsar contratos a más largo plazo y reducir el peso de los combustibles fósiles en el sistema y que sigue en fase de negociación entre Estados miembros y el Parlamento Europeo.
“El reglamento REMIT mejorará la protección de los consumidores y empresas contra manipulaciones del mercado y reforzará el marco para abordar y evitar abusos de mercado”, destacó en un comunicado la vicepresidenta en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en nombre de la presidencia española del Consejo de la UE, que negoció el proyecto en representación del resto de países.
La normativa ahora debe ser refrendada tanto en la Eurocámara como por el conjunto de los Estados miembros antes de que pueda entrar en vigor.
Una vez sea publicado en el Diario oficial de la UE, todos los actores del mercado que procedan de terceros países deberán nombrar un representante en cada Estado miembro de la UE en el que tengan actividad dentro del mercado mayorista de la energía.
Estos representantes deberán tener las competencias y medios suficientes para garantizar un cumplimiento “efectivo y oportuno” por parte de las firmas a las que representan de los distintos requerimientos que reciban por parte de las autoridades nacionales relevantes o de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER).
Esta agencia de la Unión Europea, además, ve ampliadas sus competencias y tendrá la capacidad de imponer sanciones periódicas a fin de garantizar el cumplimiento de peticiones de información y facilitar inspecciones sobre el terreno en instalaciones de distintos actores del mercado.