La evolución de las baterías para vehículos eléctricos hará posible que en 2027 el costo por kilowatt/hora sea más económico que utilizar diesel o gasolina.
Según BYD, uno de los principales fabricantes de baterías eléctricas, actualmente el costo del kilowatt/hora para un auto eléctrico es de 100 dólares, pero bajará a 64 dólares para 2027.
Esta reducción del costo del kilowatt/hora ayudará a la migración de un mayor número de vehículos de gasolina o diesel a eléctricos. BYD destacó que hace algunos años el precio del kilowatt/hora de las baterías de litio era de alrededor de 2 mil dólares, lo que hacía impensable tener un vehículo eléctrico.
Julián Villarroel, vicepresidente corporativo de BYD e-mobility, dijo que la conversión del parque vehicular a electricidad ocasionará una caída del precio del petróleo a ocho dólares por barril en 2030.
“Se dejarán de consumir 20 millones de barriles de petróleo al día con el efecto de la movilidad eléctrica”, aseguró hace unos días en un foro organizado por la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden aplicará la política de California para el transporte público, donde en 2025 la mitad de los autobuses de pasajeros en San Diego, Los Ángeles y San Francisco deberán ser eléctricos, y 100% para 2030.
Villarroel considera que, de alguna manera, este tipo de medidas se aplicarán en México. De acuerdo con proyecciones de BYD, en 2036 más de 50% del parque vehicular mundial será eléctrico.
Actualmente los cinco principales fabricantes de baterías de litio para autos eléctricos son BYD, CATL, LG, Samsung y Panasonic, que sólo le provee a Tesla. En la medida en que logren bajar el costo de las baterías, habrá cada vez más autos, camiones, tráileres y montacargas eléctricos.
Respecto a la reforma eléctrica que está impulsando el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, Indira Kempis, senadora por Nuevo León de Movimiento Ciudadano, dijo que en la propuesta se toca el tema del litio, recurso que puede ayudar a que México sea no sólo importador de vehículos eléctricos, sino productor.
Y considera que la iniciativa coloca al Estado como controlador y no como regulador. “En este caso de un recurso como el litio, si limitamos la exploración, vamos a hacer que las cadenas de valor alrededor de los vehículos eléctricos se vean coartadas, limitadas, atenidas a una visión del Estado monopolizador”.