maria.saldana@eluniversal.com.mx
Los aranceles que Estados Unidos aplicó al acero de importación costaron a la industria siderúrgica mexicana 300 millones de dólares, por lo que la eliminación de esos impuestos “es la mejor noticia”, dijo el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes.
“Afectó [a las exportaciones] no como se esperaba, pero sí tuvo un costo alto”, dijo durante la inauguración de la Convención Nacional de Industriales que organizó la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
El pasado 17 de mayo, el gobierno de Estados Unidos anunció que ya no habría aranceles para el acero y aluminio mexicano y canadiense. Ayer, el presidente Donald Trump emitió una proclamación por la que entra en vigor la eliminación total de los aranceles de 25% al acero y de 10% al aluminio.
Desde junio de 2018, EU gravó las importaciones de metales y aluminio con aranceles bajo la justificación de que todas las importaciones ponían en riesgo la seguridad nacional estadounidense, a lo que llamaron Sección 232 de su ley comercial. En respuesta, Canadá y México empezaron a aplicar impuestos a productos estadounidenses.
Este lunes, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó la suspensión de los aranceles que impuso el país a EU desde el 5 de junio, como represalia comercial.
La Secretaría de Economía comunicó que “la estrategia de represalias puesta en marcha (...) a ciertos productos estadounidenses entre los que destacaban los agrícolas, fue determinante para que los tomadores de decisión en EU presionaran a la administración Trump para eliminar la medida 232”.
Condonaciones. Cervantes dijo que están revisando el decreto por el que se eliminan las condonaciones de impuestos a grandes contribuyentes que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si bien “es razonable que sea piso parejo para todo el sector industrial, para pequeños y grandes”, comentó que no se deben confundir privilegios con incentivos, y por ello se revisa a qué industrias les “pega”.