México tardó en reaccionar y lo ha hecho de una manera tímida con el alza de tasas para combatir el brote inflacionario, aseguraron analistas consultados.
Pese a que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subió ayer en 75 puntos base su tasa de referencia, en el país se tendría que reaccionar con un aumento de 100 puntos, advirtieron.
No se debe confiar en que la inflación tocará su pico en septiembre, porque será solamente una ilusión aritmética, dijeron.
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En tanto, a Brasil “no le tembló la mano” para actuar de manera decidida, comentan.
El director para América Latina en Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, dijo que la política monetaria en México ha sido tardía, porque se ha quedado atrás de la curva de este ciclo inflacionario, en lugar de estar atajándola.
No es ni ha sido restrictiva desde la pandemia, y más bien está en la frontera entre la neutralidad y restringir, aseguró a EL UNIVERSAL desde Filadelfia, Estados Unidos.
Para que empiece a ser efectiva para reducir la inflación, la política monetaria debe entrar en territorio restrictivo, indicó.
Señaló que el Banco de México (Banxico) inició tímidamente el ciclo de alzas de tasas de interés en junio de 2021, bajo la esperanza de que se cumpliera su percepción de “transitoriedad inflacionaria”. Lo anterior, aseguró, ha probado ser un “error” en el manejo monetario, al igual que en la mayoría de los bancos centrales en el mundo.
Sólo unos cuantos fueron capaces de no “comprar” ese argumento de “transitoriedad” y, por lo tanto, actuaron en consecuencia y preventivamente, como es la tarea de un banco central, ponderó el analista.
Coutiño mencionó el caso de Brasil, cuyos resultados están a la vista pues la inflación lleva cuatro meses en constante declive y es posible que el ciclo de apretamiento monetario haya llegado a su fin o esté muy cerca.
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Al ritmo de samba
Sobre el caso específico de Brasil y su comparación con México, Marco Oviedo, execonomista en jefe para América Latina en Barclay’s, y quien reside actualmente en ese país sudamericano, consideró que, si bien la Fed subió en 75 puntos base su tasa, Banxico tendría que aplicar una dosis de 100 puntos.
“Hoy la Fed subió 75 puntos base, pero si el dato de inflación en México vuelve a sorprender al alza y sigue mostrando la misma historia, deberían reaccionar con 100 puntos”, manifestó en entrevista para este diario.
De lo contrario, recalcó, se va a tener el problema de estar siempre detrás de la curva.
Es decir, si sube 75 puntos base, con el aumento en la expectativa de inflación a un año, es como si sólo se hubiera incrementado 25 puntos base, lo que significa muy poco, expuso.
Por lo tanto, el economista independiente estableció que si Banxico realmente quiere ir a una zona muy restrictiva que baje la inflación de más de 8% actual a 3%, tiene que apretar más.
Además, refirió que en Brasil se tenía claro que el choque iba a ser masivo, lo que ameritaba una respuesta histórica y “no les tembló la mano”.
Si bien en México se empezó a encarecer el costo del dinero a mediados de 2021, no ha sido suficiente y Banxico está cambiando constantemente sus pronósticos inflacionarios, lo que da la impresión de que no están midiendo bien los modelos o son muy optimistas, observó.
Oviedo dijo que eso impide a Banxico tener una idea más clara de hacia dónde tiene que ir con la tasa de referencia, por lo que no ha quedado de otra más que seguir a la Fed.
“Va a llegar un momento en que en Estados Unidos la inflación probablemente sí caiga, y en México no, por otros factores internos”, estimó.
Pico, todavía lejos
Banxico espera que la inflación toque su techo en septiembre, pero expertos aún lo dudan.
Coutiño matizó la posibilidad de que ceda la inflación en algún mes de lo que resta del año en curso, pero más bien sería por “ilusión aritmética”, es decir por la base de comparación, y no por la política monetaria.
Para el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Alejandro Hernández, el pico se verá hasta el último trimestre de 2022.