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En el último anuncio de política monetaria del año, el Banco de México decidió por mayoría aumentar en 50 puntos base la tasa de referencia, tal y como lo anticipaba el consenso de analistas, y en línea con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Así, Banxico se despide de 2022 con un nivel en la tasa de interés de 10.50%, tras cuatro alzas de 75 puntos base de manera consecutiva, desde el 23 de junio pasado, ante una inflación que parece ceder, al bajar de un máximo de 8.7% que tocó en septiembre, a 7.8% el mes pasado.
Con ello, analistas estimaron que Banxico podría iniciar 2023 encareciendo el costo de dinero con otro incremento de medio punto para la reunión programada en febrero, ubicando a la tasa terminal en 11%.
Si bien el anuncio no fue una sorpresa para los mercados, lo más relevante fue que el banco central advirtió que todavía será necesario subir la tasa de referencia para la próxima sesión del órgano colegiado, algo similar a lo que hizo su par en EU.
Además, se esperaba que, si había un voto disidente, éste sería del subgobernador Gerardo Esquivel, como sucedió, al conformarse que se pronunció a favor de un aumento de sólo 25 puntos base. El 12 de mayo del año en curso fue la última vez en que el instituto central apretó en medio punto el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día.
Hace un año, en diciembre de 2021, cuando la inflación estaba en 7.37%, el Banco de México incrementó la tasa de política monetaria en medio punto, para colocarla en 5.5%.
A la fecha, el costo del dinero se encuentra a casi el doble de ese nivel. Banxico siguió los pasos de la Fed, que el miércoles subió su tasa de interés en 50 puntos base a un rango de entre 4.25% y 4.50%, su mayor nivel desde diciembre de 2007, y acumulando en el año un incremento de 425 puntos base, el mayor en registro en un año, de acuerdo con datos desde 1972, destacó Grupo Financiero Base.
Para tomar la decisión del Banco de México, se tomó en cuenta que las expectativas de inflación para 2022 y 2023 disminuyeron en el caso de la tasa general. No obstante, para la subyacente volvieron a ajustarse moderadamente al alza, mientras que las de mediano y largo plazos se mantuvieron estables, aunque por arriba de la meta, reconoció.
Banxico ratificó su estimado de que la inflación convergerá a la meta de 3% en el tercer trimestre de 2024.
Sin embargo, advirtió que este pronóstico está sujeto a diversos riesgos, como la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados y presiones inflacionarias externas por la pandemia.
También, presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico, una depreciación cambiaria y mayores presiones de costos.
Un riesgo a la baja que, señaló, fue un efecto mayor al previsto de las medidas del gobierno federal ante la carestía.
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