El Banco de México (Banxico), junto con otros seis institutos centrales, participará en el proyecto Agorá impulsado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) y el sector privado.
A través de ese plan se evaluará cómo el proceso en las transacciones que facilita los pagos sin exponer los datos de las tarjetas bancarias, conocido como “tokenización”, puede mejorar el funcionamiento del sistema monetario.
Se analizará cómo la tokenización del dinero digital mayorista de banca central y de los depósitos de los bancos comerciales en plataformas programables puede servir para estos fines.
Pero en especial se revisará cómo incrementar la velocidad e integridad de los pagos internacionales y, al mismo tiempo, reducir los costos.
Además, servirá para analizar si los contratos inteligentes pueden facilitar funcionalidades y transacciones que actualmente son inviables.
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El proyecto surge a partir del concepto de un nuevo tipo de arquitectura para las infraestructuras del mercado financiero, conocida como unified ledger, propuesta por el BIS.
Analizará cómo los depósitos tokenizados de la banca comercial pueden integrarse perfectamente con el dinero mayorista tokenizado de los bancos centrales en una plataforma financiera central público-privada programable.
Dicha propuesta pudiera mejorar el funcionamiento del sistema monetario y ofrecer nuevas soluciones utilizando contratos inteligentes y programación, manteniendo la estructura de capital del sistema monetario de dos niveles.
Según el BIS, los contratos inteligentes pueden permitir nuevas formas de liquidación y desbloquear tipos de transacciones que hoy no son viables o prácticas, ofreciendo a su vez nuevas oportunidades para beneficiar a las empresas y a las personas.
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Hizo ver que esta importante asociación público-privada buscará superar varias ineficiencias estructurales en la forma en que se realizan los pagos hoy en día, especialmente a través de las fronteras, que añaden una capa de desafíos.
Entre los retos mencionó que en cada país hay diferentes requisitos legales, regulatorios y técnicos, horarios de operación y zonas horarias.
A esto se suma la creciente complejidad de llevar a cabo controles de integridad financiera, como por ejemplo, contra el lavado de dinero y la verificación de clientes, que hoy en día suelen repetirse varias veces para la misma transacción, dependiendo del número de intermediarios involucrados.
Junto con Banxico también participarán el Banco de Francia en representación del Eurosistema, el Banco de Japón, el Banco de Corea, el Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Trabajarán en asociación con un gran grupo de firmas financieras privadas convocadas por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés).
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