Tal como se esperaba, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) mantuvo sin cambio la tasa de referencia en un nivel de 4.25%.
Es la segunda ocasión de manera consecutiva en que el órgano colegiado del banco central consideró hacer una pausa. Por mayoría se decidió no mover la tasa de política monetaria.
La decisión fue diferenciada, pues Banxico informó que dos miembros votaron por disminuir dicho objetivo a un nivel de 4%.
Será hasta el 7 de enero cuando se revelen los nombres de los integrantes que emitieron su voto disidente, cuando se dé a conocer el contenido de la minuta de la reunión de política monetaria.
Banxico destacó que esta pausa que se hizo en la última reunión de política monetaria brinda el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de la inflación a la meta.
Hacia adelante, dijo que las decisiones dependerán de la evolución de los factores que inciden en la inflación general y subyacente, en sus trayectorias previstas en el horizonte de pronóstico y en sus expectativas.
El movimiento de política monetaria estuvo en línea con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos. El miércoles, la Fed mantuvo su tasa de referencia entre 0% y 0.25%, y confirmó que la dejará cercana a cero al menos de aquí hasta 2023.
Las razones
Al exponer los argumentos de la Junta de Gobierno, Banxico explicó que posterior a la recuperación en el tercer trimestre, la actividad económica en México continuó mejorando a inicios del cuarto.
No obstante, permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia, en un entorno de incertidumbre y riesgos a la baja.
En tanto, la inflación general anual bajó de 4.09% a 3.33% entre octubre y noviembre de 2020, asociada principalmente a la mayor extensión e intensidad de las ofertas del programa de descuentos y promociones El Buen Fin.
Menor costo del dinero
Durante el presente año Banxico realizó reducciones en la mayor parte de los movimientos de política monetaria para bajar el costo del dinero.
Fueron dos recortes a la tasa objetivo de 25 puntos en el año, uno el 13 de febrero y el otro el 24 de septiembre.
Con el inicio de la pandemia por el Covid-19, el banco central comenzó a aplicar dosis mayores de reducciones de medio punto a la tasa de referencia.
En marzo, abril, mayo, junio y agosto bajó la tasa de política monetaria en 50 puntos base, respectivamente, para enfrentar la doble crisis —sanitaria y económica— como consecuencia del cierre de actividades por el confinamiento para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Ante la difícil situación que se enfrentó, el banco central tuvo que actuar de inmediato y no esperó a realizar la reunión de política monetaria programada, por lo que en marzo adelantó la decisión fuera de calendario, al igual que la Fed lo hizo días antes.
También por primera vez en la historia, se tuvo que aplicar la modalidad de enlace virtual para poder llevar a cabo sus reuniones, para seguir las medidas de sana distancia durante la emergencia sanitaria.