En medio de la escasez de insumos, alza de los petroprecios y disrupciones de las cadenas de suministro, el Banco de México (Banxico) habrá de ejercer su programa de gasto para cumplir con el mandato constitucional de proveer billetes y monedas a la economía.
Banxico produce mil 500 millones de billetes al año, de los cuales una tercera parte se fabrica en su nuevo complejo en Jalisco.
Para 2022, destinará 5 mil 448 millones de pesos en inversión física relacionada con dicha obligación, que incluye la fabricación de papel moneda.
Lo anterior significa un aumento en términos reales de 40.9% en comparación a lo que se programó para 2021, según el presupuesto del banco central aprobado para este año.
Del monto total, la mayor parte se gastará en insumos de billetes y monedas, con 4 mil 322 millones de pesos, es decir mil 820 millones de pesos más respecto al año anterior.
Se autorizaron para insumos para la producción de billete un poco más de mil millones de pesos, en tanto que a la adquisición de moneda metálica van 3 mil 314 millones de pesos.
Este 2022, Banxico habrá de decidir si fabricará el billete de 2 mil pesos, aunque ha reiterado que, de llevarse a cabo este subproyecto, sería la más alta denominación de la nueva familia de billetes G y se concretará si se considera que se requiere para satisfacer las necesidades del público.
Además, este año deberá seguir el plan de imprimir en el Complejo de Jalisco 120 millones de piezas del nuevo billete de 50 pesos que puso en circulación el 28 de octubre de 2021.
Se trata del billete de color predominantemente morado que elaboró en polímero con la imagen de un ajolote al reverso y que ganó el premio al más bello del mundo, otorgado anualmente por la Sociedad Internacional de Billetes de Bancos (IBNS, por sus siglas en inglés).
Aunque Banxico sólo fabrica los billetes que se usan como medio de pago en la economía, el gobierno federal le encarga, vía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el diseño y puesta en circulación de las monedas metálicas.
Para el presente año, atenderá las solicitudes de diseño de monedas conmemorativas de 20 pesos como las que acuñará la Casa de Moneda de México para celebrar los 100 años de la llegada de los menonitas a nuestro país, así como la alusiva al Bicentenario de la Marina-Armada de México.
El polímero o papel plástico es un insumo utilizado en la industria de la fabricación de billetes en todo el mundo porque alarga la vida de las piezas y son más difíciles de falsificar.
Sale del material del polipropileno, proceso desarrollado y creado por la agencia independiente del gobierno australiano responsable de la investigación científica.
El sector petroquímico es el encargado de elaborar polímeros, es decir los derivados del petróleo, lo mismo para las tintas y el barniz indispensables para la impresión del papel moneda.
El Banco de México fue el primero en América Latina en interesarse e introducir este material en sus billetes.
Empezó a experimentar desde hace 22 años, debutando con el billete de 20 pesos de polímero en 2002, luego en 2006 con el de 50 pesos, y en 2009 con el de 100 pesos, triplicando el promedio de vida útil de las piezas.
Se sabe que Banxico recurre al sustrato de polímero denominado Guardian producido por la empresa australiana Securency, por su alta durabilidad; es la única que otorga la certificación de producción de polímeros.
Australia, Rumania, Vietnam y Nueva Zelanda lo usan para la producción total de sus billetes.
De acuerdo con expertos, una desventaja de usar el polímero o plástico para la fabricación de billetes es su mayor costo por su composición y proceso; puede llegar a ser el doble en comparación al papel algodón, y porque el mercado de sustratos de alta durabilidad es pequeño.
Otro aspecto por considerar es la volatilidad del precio del polímero, pues el polipropileno, su principal insumo, está ligado al petróleo.
Para Banxico, también es importante y necesario un tipo de plástico especial para el empaquetado de los billetes para su traslado y distribución.