Si bien la autoridad monetaria no debe intervenir en la discusión de las reformas que se procesan en el Congreso, tendrá que hacer un análisis sobre el impacto en la economía y la inflación, dijo Javier Guzmán Calafell, exgobernador del Banco de México (Banxico).
En entrevista con EL UNIVERSAL, quien fuera miembro de la Junta de Gobierno del 14 de febrero de 2013 al 31 de diciembre de 2020, opinó que la reforma judicial es un cambio político radical con implicaciones económicas profundas.
Una de ellas, alertó, es el impacto que podría tener sobre la inflación, cuyo control está establecido en la Constitución como mandato prioritario de Banxico.
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“Sobre las medidas, no estaría bien que Banxico opine en la parte política; si la reforma debe ser de cierta naturaleza, de eso, es muy poco lo que tiene que decir, no es su ámbito de acción”, indicó el también articulista de esta casa editorial.
Para el economista egresado de la UNAM, de donde se graduó con mención honorífica en 1976, se debe respetar la reforma, que le compete al Poder Judicial y al Congreso.
No obstante, añadió, en algún momento el banco central deberá evaluar las implicaciones económicas que pueda tener, sobre todo, si algunas de estas acciones llegan a tener efectos adversos para lo que es la principal tarea de Banxico, que es el control de la inflación.
Es importante, remarcó, conocer las implicaciones económicas para la inversión, el crecimiento y para los precios.
Tendría que hacer ese análisis, estimó, en una etapa posterior, si la decisión final tiene repercusiones para la autoridad monetaria.
Autonomía no se toca
El también exdirector del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) sentenció que sería “peligrosísimo” violar o poner en duda la autonomía del banco central.
“Eso no se debe tocar por ningún motivo. Estamos hablando de un riesgo mucho mayor para el país y los mercados, incluso de una situación más grave de la que estamos viendo ahora”, alertó.
Por esa razón, el economista con Maestría por la Universidad de Lovaina y de Yale señaló que la independencia de Banxico no se debe cuestionar.
Algo que debe mejorarse, consideró, es la comunicación en Banxico. “Hay un reto para hacer un esfuerzo continuo para tener un diálogo estrecho con los medios y los analistas con una buena estrategia de comunicación”.
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Punto de referencia
Javier Guzmán ingresó a Banxico en 1980, y tras su salida como subgobernador en 2020, se ha dedicado al análisis y a escribir. De ahí surgió la idea de coordinar un trabajo con la participación de expertos en diversos temas, que finalmente se convirtió en un libro que recién salió a la luz titulado México en la encrucijada, los retos económicos del país al que aspiramos.
De hecho, comentó, se hizo sin pensar en la coyuntura, sino como una propuesta para apoyar al nuevo gobierno, sin ningún interés personal o partidista
“No hay un objetivo político, ni apoyar a nadie en específico, es un libro para que le sirva al ganador de las elecciones. Para evitar malas interpretaciones, se publicó después de las elecciones”, subrayó.
El interés es ayudar a México, afirmó, para que la economía tenga un crecimiento suficiente, sostenido y balanceado. Se escribió de manera sencilla para que llegue a todo el público en general y darle elementos a fin de que se identifiquen y familiaricen con los retos y así poder exigir la rendición de cuentas.
Lo que ha pasado en los últimos años, indicó, es un crecimiento insuficiente, no sostenido ni balanceado.
“Si esta situación se mantiene, vamos a tener costos elevados para el país, no vamos aprovechar el potencial económico ni las oportunidades que nos da la coyuntura como el nearshoring”, concluyó.
