No sólo las reservas internacionales estarían en peligro de contaminarse de lavado de dinero , con la reforma que aprobó el Senado en materia de captación de divisas , también acuerdos como la línea de intercambio de divisas con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos que ha servido para inyectar liquidez al mercado cambiario durante la pandemia , advirtió el gobernador del instituto central, Alejandro Díaz de León .
Advirtió que no conviene trasladar el riesgo residual al Banxico por pequeño que sea porque en un ecosistema aunque “un solo pez” esté contaminado, se puede afectar a toda la “pecera”, sentenció.
Para una solución de la problemática derivada de la reforma a la Ley de Banxico, y dada la complejidad del fenómeno de las divisas en efectivo, propuso la coordinación de otras instancias como la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda .
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“Se pondría en riesgo, los acuerdos celebrados con autoridades monetarias y financieras del exterior en los que participa el Banxico, lo cual podría vulnerar en última instancia las relaciones bilaterales del Estado mexicano con los estados respectivos, en especial los Estados Unidos”, dijo a diputados.
Durante la reunión extraordinaria de la Comisión de Hacienda , expuso las múltiples afectaciones que traería de aprobarse en San Lázaro la minuta con proyecto de decreto para reformar la Ley del Banxico en materia de captación de divisas.
Como ejemplo mencionó la línea “swap” que en marzo de este año otorgó la Fed al Banxico, hasta 60 mil millones de dólares y que fue clave para generar la confianza en el mercado cambiario nacional y que hemos visto que ha tenido una importante corrección significativa en marzo y abril a los niveles que ha cotizado el tipo de cambio.
Para ponderar las repercusiones que tendría obligar a Banxico a compre a las instituciones de crédito todas las cantidades de billetes y monedas extranjeros que éstas capten y no puedan repatriar a sus países de origen, recordó lo que sucedió con un grupo financiero relacionado con lavado de dinero por operaciones con dólares en efectivo.
Sin mencionar su nombre –HSBC-, puso como ejemplo lo que hubiera pasado si Banxico hubiera comprado los billetes y monedas en el episodio que en 2012 que terminó en imposiciones de fuertes sanciones en un grupo financiero mexicano por parte de autoridades extranjeras y mexicanas en atención a la negligencia que detectaron en los procesos que se debieron seguir para prevenir operaciones vinculadas al lavado de dinero.
“De haber estado involucrado en esa situación, también el banco central hubiera resultado afectado considerablemente”, matizó.
Por lo anterior es previsible que las autoridades del exterior impondrían restricciones a Banxico como resultado del aumento del riesgo considerable al asumir esas operaciones vinculadas.
EL PEZ INFECTADO
Advirtió que Banxico absorbería los riesgos de lavado de los bancos aún cuando no se incluyan estos billetes y monedas en reservas internacionales estarían en riesgo aún.
Banxico corre el riesgo de que ninguna contraparte quiera los billetes y monedas que adquiera de los bancos.
A pesar de que los bancos implementen los controles antilavado, sólo mitigan, pero no eliminan el riesgo.
Alejandro Díaz de León, advirtió que Banxico enfrentaría las mismas restricciones que los bancos privados para repatriar dólares y con mayor dificultad porque se percibiría que provienen de instituciones que fueron incapaces de repatriarlos a sus países de origen a través de contratos con corresponsales.
Corre el riesgo de que ninguna contraparte quiera aceptar los billetes y monedas que adquiera de dichas instituciones.
Por eso, manifestó que no conviene tomar un riesgo por más pequeño que sea aún si se tratara de un pez en una pecera porque podría contaminar al resto.
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