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El director general de Banco Azteca, Alejandro Valenzuela, dice que la llegada de la institución a la presidencia de la Asociación de Bancos de México ayudará a humanizar a la banca.
En entrevista, previo a la edición 82 de la Convención Nacional Bancaria, afirma que al inicio de la actual administración se han tomado decisiones que inquietan al statu quo.
¿Qué te ha gustado y qué no al inicio de la administración?
—Lo que gustó es que México está logrando una democracia que se consolida. No hay que olvidar que esta elección es histórica y que llega un gobierno con un mandato muy sólido y muy fuerte, y no deja de sorprender que México haya podido transitar tan fácilmente de la dedocracia a la democracia. En esta nueva realidad veo un gobierno que está siendo valiente, que está teniendo la enjundia de cambiar cosas que había que cambiar. Celebré el tema de los huachicoleros, era un pendiente que se había degenerado de una manera brutal y más que el tema del robo de combustibles es el asunto de la corrupción.
Es un gobierno que trae un plan de finanzas públicas sólidas, de un manejo correcto de ingresos y gastos, que quiere atacar todos los temas que tienen que ver con dejar que la inflación se vuelva a manifestar. Con los fundamentales económicos correctos.
Hay problemas y sobre eso me preocupa el tema de Pemex. Es imposible que viene con un endeudamiento para arriba y una producción para abajo. Eso complica que el gobierno actual resuelva ese tema.
La presión de las calificadoras, menor crecimiento, Pemex, ¿pintan un 2019 más complicado?
—El entorno sí es complicado, pero se nos olvida que la transición sexenal siempre genera incertidumbre. Y ahora llegó un gobierno con visión distinta y genera incertidumbre contra lo que se venía manejando, como el status quo. Hay una nueva realidad y eso genera volatilidad y cierta incertidumbre, pero me parece que son normales en la realidad. Cuando llega una administración nueva, en lo que acaba de hacer los cambios y va entendiendo su nueva realidad se pasan seis meses, en los cuales se van normalizando las cosas. Estamos en ese periodo, no nos debe sorprender que las cosas está tomando cierta normalidad. Ya veremos hacia el segundo semestre el Plan Nacional de Desarrollo. Vienen temas muy importantes que nos van a permitir entender cuál va a ser la dinámica del país en la realidad de lo que va a ser el presidente López Obrador y su sexenio.
¿Se ha sobrerreccionado a los primeros días y medidas?
—Hay gente que está nerviosa, que siente incertidumbre. Hay cambio de status quo. Si venías con una inercia y te están cambiando las cosas, en algunas personas va a ver malestar, en otras, felicidad. El Presidente trae un mandato como ningún otro lo ha tenido, las canicas las trae él, dejemos que ejerza sus canicas.
¿Cómo llega Banco Azteca?
—Muy fuertes. Contentos porque a Luis Niño de Rivera [presidente del Consejo de Administración de Banco Azteca] le va a tocar la honra y la responsabilidad de llevar la conducción por mandato de los banqueros. Un tema en el cual llega un pequeño banco mexicano de alguna forma respaldado por muchos bancos pequeños para que su voz resalte. Un momento en la unificación de todos los intereses, de sacarle a la banca lo mejor en estos dos años. Me parece que le va a hacer mucho bien a la banca, la va a humanizar. Va a acercar más la banca a la gente. Los banqueros hemos sido distantes y petulantes. La gente del dinero no se involucra en emociones y en las necesidades de la gente.
¿Cómo ven 2019, el comportamiento del crédito?
—El primer trimestre es bueno. La captación, seguros y la Afore van creciendo. En lo que respecta a nosotros el año pinta bien. Nos sentimos optimistas porque los programas sociales que va a llevar el Presidente, no son un tema que esté beneficiando a Banco Azteca. Me parece que hay una enorme miopía porque estos programas van a beneficiar a muchos mexicanos y se va a requerir de toda la banca. Que seamos punta de lanza con Banorte no quiere decir que estén excluyendo a los demás bancos.
Se ha criticado mucho que no haya licitación...
—Estamos a favor de licitación, pero en todos los programas gubernamentales a ningún banco se les ha licitado. Ahí hay un mito de las licitaciones. Son encomiendas.
¿En el que les toca a ustedes cómo va hasta ahorita?
—Va comenzando. A mí lo que me asusta es la cantidad de recursos a todas las personas que se van a canalizar y volteo a ver a Bancomer, a CitiBanamex, a Santander, a los otros bancos que no fueron mencionados, van a estar ahí porque se va a requerir la mejor capacidad de este país para llegar a todos los mexicanos. Que nadie se asuste.