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Banco Mundial, pesimista ante la inflación y guerra

El organismo ajustó a la baja su previsión para el PIB global, desde 4.1%, a 3.2%

David Malpass, presidente del BM, dijo que los países en desarrollo y emergentes son los más vulnerables a la actual coyuntura. Foto: AFP.
19/04/2022 |02:04
Redacción
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El Banco Mundial (BM) ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía global, anunció el presidente del organismo, David Malpass.

“Hemos reducido nuestra tasa de crecimiento para 2022 a 3.2% desde 4.1% anterior”, informó en una conferencia previa a las reuniones de primavera junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que inician hoy martes.

Explicó que los encuentros se llevarán a cabo durante esta semana, mientras el mundo enfrenta severas crisis superpuestas: por la pandemia de Covid-19, por la inflación y también por la invasión rusa a Ucrania.

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Al respecto, Malpass mostró su inquietud por los países en desarrollo y economías emergentes, ya que son más vulnerables.

“Estoy preocupado por los países en desarrollo. Se enfrentan a aumentos repentinos de los precios de la energía, los fertilizantes y los alimentos, y la probabilidad de que aumenten las tasas de interés; a cada uno les impactará fuerte”, advirtió.

Recalcó que las personas se están enfrentando a retrocesos en el desarrollo de la educación, la salud y la igualdad de género.

Se enfrentará una reducción de la actividad comercial y del comercio, mientras que las crisis de deuda y depreciaciones de la moneda tienen una carga que recae más sobre los pobres, enfatizó.

Adicionalmente, la guerra en Ucrania y los cierres relacionados con el Covid-19 en China empujan las tasas de crecimiento global a que sean más bajas, así como a cifras de pobreza elevadas.

Seguridad alimentaria

Malpass recordó que hace unos días participó en el Foro Mundial del Agua en Senegal y luego estuvo en Marruecos.

Afirmó que ambos países son afectados por el alza de los precios de energía y fertilizantes que se usan para fabricar alimentos.

“Este es un problema intenso... Las crisis alimentarias son malas para todos”, dijo.

Sin embargo, agregó, son devastadoras para los más desprotegidos y vulnerables, debido a que las economías más pobres del mundo tienden a ser países importadores de alimentos.

En segundo lugar, añadió, porque los alimentos representan al menos la mitad de los gastos totales de los presupuestos familiares en países de bajos ingresos.

De ahí la razón por la cual el Banco Mundial se unió al FMI, a la Organización Mundial de Comercio y al Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para alertar sobre el tema, indicó, ya que las cadenas de producción necesitan la coordinación de la comunidad internacional para actuar.

Se requiere fomentar la producción de alimentos, energía y fertilizantes, así como reducir las barreras comerciales, subrayó.

Malpass acusó que el comercio global aún enfrenta cuotas, altos aranceles de importación y de exportación, costosos subsidios a precios de los alimentos, e incluso prohibiciones de exportación de productos alimenticios.

“Esto debe parar”, solicitó a la comunidad internacional, a fin de intensificar la asistencia de emergencia para la inseguridad alimentaria y se ayude a reforzar redes de seguridad social.

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