El avance en el uso de, así como el hecho de que 40% de la población no está bancarizada, se ha convertido en una oportunidad de negocio que atrae a nuevos jugadores bancarios totalmente digitales al país, los cuales buscan ganar clientes a las grandes instituciones financieras y disminuir el uso de efectivo.

La filial en México del gigante brasileño, Nubank; Revolut, de origen británico, o el anuncio más reciente de la argentina Mercado Pago, son ejemplos del aterrizaje de bancos digitales que buscan obtener una tajada de un mercado hasta el momento dominado por gigantes bancarios.

Konfío, plataforma digital especializada en crédito a pequeñas y medianas empresas, también busca su licencia bancaria, además de Plata, que cuenta con una campaña agresiva para ganar clientes con tarjetas de crédito.

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De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el número de sucursales bancarias se ha estancado en el país, pues al cierre de marzo pasado había 11 mil 814 sucursales bancarias, 30 unidades menos respecto al mismo mes del año previo, mientras que los contratos para realizar operaciones desde el teléfono móvil rebasan 86 millones de usuarios, cifra que se ha disparado 200% en apenas cinco años.

Evolución tecnológica

De acuerdo con especialistas y jugadores del sector, debido a las condiciones del mercado y la regulación mexicana, es factible que más empresas financieras tecnológicas quieran convertirse en bancos, ya que esta figura les permite ofrecer más servicios, más allá de tarjetas de crédito o débito y algunos préstamos.

“Está madurando y cada vez más las empresas fintech que dan servicios a personas físicas, ya vieron que tienen que ir haciendo estos cambios regulatorios, pero siguen siendo empresas de tecnología financiera. Esa esencia no cambia, pero cualquiera de las empresas que se vuelva banco, lo vemos como algo sumamente positivo”, dijo el director general de la asociación Fintech México, Sebastián de Lara.

Productos como la portabilidad de nómina se vuelven muy atractivos para los nuevos jugadores en México, además de que en el mediano plazo pueden pensar en otros como el crédito hipotecario o automotriz.

Ante ese entorno, De Lara dijo que mientras no haya cambios en la regulación mexicana, muchas empresas que operan bajo la ley fintech seguirán buscando ser bancos.

“Si quiero portabilidad de nómina, tengo que ser banco. Van a buscar este cambio y será normal que otras empresas que ya están en un nivel de madurez busquen una licencia bancaria. No sé si es una ola, pero sí vamos a ver más”, dijo.

En opinión del director general de Nu México, Iván Canales, la transformación que está teniendo el sistema financiero mexicano debe empezar a verse en mejores indicadores y una mejoría en la inclusión de la población no bancarizada en el país.

“Los factores se están empezando a alinear, pero todavía nos falta mucho camino por recorrer. Va a ser interesante ver en la próxima encuesta de inclusión financiera que las cifras se muevan, tanto para nosotros como para el sector fintech en general”, dijo el directivo.

“Eso es emocionante, porque indica que hay potencial en el mercado mexicano, no sólo para nosotros, sino para los clientes que ya tienen acceso a servicios financieros y para los que aún no lo tienen”.

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Siguiendo a Brasil

El director comercial de Mercado Pago, Ramiro Nandez, dijo que el momento actual que vive México en crecimiento de usuarios con servicios financieros digitales ya ocurrió en Brasil hace algunos años y, como resultado, ese país tiene una fuerte bancarización.

“La gran mayoría de los brasileños tiene una cuenta bancaria y más de 90% de su población tiene acceso a crédito. En México, 20% de la población tiene acceso a una tarjeta de crédito, y si miramos cualquier tipo de crédito, es 30%. Tenemos 70% sin acceso a créditos. El momento que estamos viendo en México es el propicio, y por eso tantos jugadores están tratando de entrar al mercado”, dijo.

En ese sentido, explicó que la solicitud de licencia bancaria de la empresa obedece a la necesidad de contar con una regulación acorde a las metas de la compañía, que busca ganar mucho más mercado en el sistema financiero mexicano.

“Nosotros en Brasil ya operamos con una licencia de banco digital, que es una figura que no existe en México. Digamos que es algo intermedio, entre una Sofipo y una licencia bancaria”, detalló.

“Cuando mirábamos nuestra realidad aquí en el país y nuestra visión de lo que queremos lograr, había una única respuesta y fue relativamente fácil llegar a la conclusión de ir por una licencia de banca múltiple. Queremos ir por todo”, aseguró Nandez.

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