La banca de desarrollo no cuenta con los recursos suficientes para atender a toda la región, por lo que se necesitan acciones más certeras y de mayor impacto, consideró el Banco de Desarrollo de América Latina, institución que nació como la Corporación Andina de Fomento (CAF).
“Los bancos de desarrollo no tienen toda la gasolina necesaria para apoyar de manera definitiva a la región”, dijo el vicepresidente para el sector privado, Jorge Arbache, al participar en la conferencia anual CAF-Cepal.
Durante la sesión sobre el rol de la banca de desarrollo en los ejes productivos, mencionó que la banca multilateral en su conjunto desembolsa al año en América Latina y el Caribe, menos de 30 mil millones de dólares.
Lee también Banca de desarrollo, en picada; reduce el crédito de empresas
“Eso es mucho o poco, no sabemos”, consideró, pero refirió que hay estimaciones que indican que la región necesita para enfrentar los retos del cambio climático alrededor de entre 0.5 y 2.5 trillones de dólares anualmente hasta el 2030.
Sin embargo, aseguró que esa suma puede ser un poco más grande, y en algunos casos mucho más como el caso de Brasil, pero en general los bancos de desarrollo no tienen “toda la gasolina necesaria”.
Arbache manifestó que la región enfrenta grandes retos que van más allá de una política de desarrollo productivo.
Tenemos la región más urbana del mundo, lo que significa un conjunto de políticas muy importante para que llegue al “día a día” de las personas, expuso.
Lee también En este sexenio, banca de desarrollo queda a deber
“Hoy, la pobreza y desigualdad ya no está en las zonas rurales; está concentrada en las zonas urbanas de la región”, afirmó.
De ahí que el desarrollo productivo puede ser definitivamente muy importante, ponderó, pero no olvidó mencionar otros desafíos como el cambio climático, la fragmentación del comercio, la política y muchos más.
Sobre lo que puede hacer la banca de desarrollo multilateral para apoyar a la región consideró fundamental enfocar la puntería en tres áreas: impacto, adicionalidad y movilización de recursos.
“Se puede hacer más con lo mismo para enfrentar los retos viejos y nuevos”, planteó.
rtd/mgm