Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí, Puebla, parte de Jalisco y Zacatecas, serán los estados más afectados por el paro de actividades de la industria automotriz por la pandemia de Covid-19.
En estas entidades se ubica la mayoría de las plantas que fabrican vehículos, autopartes, motores y neumáticos.
“En el Bajío estamos hablando de entre 140 y 150 plantas de fabricantes y proveedores de primer y segundo nivel que son sumamente importantes para la cadena de suministro”, dijo Marco Galindo, socio de KPMG.
A finales de marzo, todas las plantas estaban cerradas y es incierto cuándo reabrirán, pues el Consejo de Salubridad General aún no declara como actividad esencial al sector automotriz.
Si el paro de las plantas se extiende más allá de mayo, la expectativa de los analistas es la pérdida de una gran cantidad de personal en la industria.
Por el momento, los fabricantes de vehículos y autopartes han tratado de conservar a su plantilla laboral, pues cuentan con suficiente flujo de efectivo derivado de años previos de buenos niveles de exportación.
En Aguascalientes, donde hay tres plantas de Nissan, el gobierno le permitirá a la industria automotriz diferir el impuesto sobre nómina y se les hará un descuento de entre 1.5% y 3%, pero no hay mucho margen de apoyo en el resto de los estados.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) informó que tanto en Aguascalientes como en Querétaro, a partir de la segunda quincena de abril, la industria automotriz está pagando sólo 50% de los sueldos que es como se negocia con los sindicatos cuando hay paro técnico.
KPMG destacó que los proveedores de segundo y tercer nivel no tienen tanta liquidez, pues muchos son pequeñas y medianas empresas que pronto pueden cerrar.
Alberto Torrijos, socio de Deloitte México, comentó que la industria automotriz será de las más afectadas por el volumen de negocios que se está dejando de generar durante los meses que dure el confinamiento.